Aplausos a la censura

Alberto Fujimori será sancionado en los próximos días  sus por haber dado una entrevista a la cadena RPP Noticias sin autorización del INPE. Algunos sostienen que este es un tema de disciplina carcelaria, pero en realidad es de libertad y democracia.

De libertad porque el INPE, por orden del ministro de Justicia, deniega todas las solicitudes que presenta la prensa para entrevistar a Fujimori, a pesar de que éste, al estar sujeto a un régimen penitenciario abierto, tiene la libertad de hacerlo. Según la ley, está privado de su libertad de circulación, no de expresión.

Hay además numerosos antecedentes de decenas de sentenciados por la justicia y presos bajo el mismo régimen que han dado entrevistas a la prensa, como José Francisco Crousillat, Abencia Meza, Eva Bracamonte, etc.

Solo los regímenes totalitarios y chavistas se arrogan la facultad arbitraria de censurar de esta manera a la prensa y de decidir qué información debemos recibir los ciudadanos.

Entonces ante una violación abierta, constante, sistemática y premeditada de la libertad de prensa y del derecho de los ciudadanos a ser informados, motivada por razones políticas. Este es el tema de fondo, no la “indisciplina” del ex presidente.

Ciertos medios aceptan la censura porque anteponen su compromiso político con la izquierda a la libertad de prensa y los derechos ciudadanos. Pero hay otros que sí tienen un compromiso con la democracia y deberían encarar este problema. El único que ha tenido la valentía de hacerlo ha sido RPP, luego que el INPE le negó arbitrariamente entrevistar a Fujimori.

El otro lado de este caso tiene que ver con el derecho de Alberto Fujimori a defenderse de las acusaciones que le hacen.

Mientras que los fiscales y procuradores del gobierno ventilan en la prensa sus argumentos contra el acusado, a éste le prohíben terminantemente contactarse con la prensa. Lo tienen amordazado.

Formalmente el juicio a Fujimori se celebra en un tribunal, pero la realidad nos dice que también se libra en los medios de comunicación, que construyen una imagen del inculpado culpable o inocente -en función de la información que reciben- e influyen en la decisión de los jueces. Negar esta realidad es querer tapar el sol con un dedo.

Lo que ha hecho Fujimori en RPP ha sido defenderse de las acusaciones y declaraciones en su contra. Este ha sido su “delito” y por eso lo van a castigar.

No tengo duda que se ensañarán con él de nuevo porque el grupo encargado de castigarlo lo encabeza Oscar Ayzanoa, quien debería estar preso por haberse allanado en la Corte IDH ante la demanda de la terrorista prófuga Mónica Feria Tinta.  Por su culpa, la Corte condenó al Perú a indemnizar a terroristas como Osmán Morote y Atilio Cahuana, a pedirles perdón y a hacerles un monumento.

Esto es lo que la izquierda y algunos ingenuos aplauden y llaman “justicia”: Censura de prensa y de información, mordaza para los procesados e impunidad para los traidores.

Alberto Fujimori será sancionado en los próximos días  sus por haber dado una entrevista a la cadena RPP Noticias sin autorización del INPE. Algunos sostienen que este es un tema de disciplina carcelaria, pero en realidad es de libertad y democracia.

De libertad porque el INPE, por orden del ministro de Justicia, deniega todas las solicitudes que presenta la prensa para entrevistar a Fujimori, a pesar de que éste, al estar sujeto a un régimen penitenciario abierto, tiene la libertad de hacerlo. Según la ley, está privado de su libertad de circulación, no de expresión.

Hay además numerosos antecedentes de decenas de sentenciados por la justicia y presos bajo el mismo régimen que han dado entrevistas a la prensa, como José Francisco Crousillat, Abencia Meza, Eva Bracamonte, etc.

Solo los regímenes totalitarios y chavistas se arrogan la facultad arbitraria de censurar de esta manera a la prensa y de decidir qué información debemos recibir los ciudadanos.

Entonces ante una violación abierta, constante, sistemática y premeditada de la libertad de prensa y del derecho de los ciudadanos a ser informados, motivada por razones políticas. Este es el tema de fondo, no la “indisciplina” del ex presidente.

Ciertos medios aceptan la censura porque anteponen su compromiso político con la izquierda a la libertad de prensa y los derechos ciudadanos. Pero hay otros que sí tienen un compromiso con la democracia y deberían encarar este problema. El único que ha tenido la valentía de hacerlo ha sido RPP, luego que el INPE le negó arbitrariamente entrevistar a Fujimori.

El otro lado de este caso tiene que ver con el derecho de Alberto Fujimori a defenderse de las acusaciones que le hacen.

Mientras que los fiscales y procuradores del gobierno ventilan en la prensa sus argumentos contra el acusado, a éste le prohíben terminantemente contactarse con la prensa. Lo tienen amordazado.

Formalmente el juicio a Fujimori se celebra en un tribunal, pero la realidad nos dice que también se libra en los medios de comunicación, que construyen una imagen del inculpado culpable o inocente -en función de la información que reciben- e influyen en la decisión de los jueces. Negar esta realidad es querer tapar el sol con un dedo.

Lo que ha hecho Fujimori en RPP ha sido defenderse de las acusaciones y declaraciones en su contra. Este ha sido su “delito” y por eso lo van a castigar.

No tengo duda que se ensañarán con él de nuevo porque el grupo encargado de castigarlo lo encabeza Oscar Ayzanoa, quien debería estar preso por haberse allanado en la Corte IDH ante la demanda de la terrorista prófuga Mónica Feria Tinta.  Por su culpa, la Corte condenó al Perú a indemnizar a terroristas como Osmán Morote y Atilio Cahuana, a pedirles perdón y a hacerles un monumento.

Esto es lo que la izquierda y algunos ingenuos aplauden y llaman “justicia”: Censura de prensa y de información, mordaza para los procesados e impunidad para los traidores