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REDES SOCIALES
Jueves 12 de diciembre 2013

Mandela: liderazgo y auctoritas

Por: Jesús E. Mazzei Alfonzo
Mandela: liderazgo y auctoritas
Foto: theybf.com

Con el fin de la trayectoria vital de Nelson Mandela, el pasado 5 de diciembre del 2013 culmina su etapa mortal y pasa a la historia, como uno de los grandes hombres del siglo XX, que hizo de la política una actividad digna, con una profunda vocación de servicio y que lo convirtió en uno de los grandes líderes que hemos tenido la oportunidad de ver su parábola vital.

En efecto dos conceptos claves auctoritas y liderazgo. Mandela las tuvo en grado superlativo y supo utilizarlas para construir una comunidad política basada en el diálogo y la reconciliación. Se entiende en ese sentido por Auctoritas, la posesión de cualidades de orden espiritual, intelectual o moral. Lleva siempre adheridas unas cualidades axiológicas que hacen sentir el seguimiento como un deber. Ella,  además, se basa en el crédito que ofrece una persona o institución por sus pasados logros, y por tanto, tiene como supuestos la confianza, la credibilidad. Esto  innatamente lo tuvo Mandela y lo aprendió en términos de crear un nuevo orden político para su país.

La auctoritas alcanza su más plena expresión cuando se sigue a alguien no tanto por lo que dice, sino por quién lo dice. La auctoritas no necesita razonar, ni convencer a cada momento: hay o hubo un convencimiento previo derivado de la certeza del argumento o de la eficiencia de los actos, a  partir del cual opera la confianza, en cuya virtud se presume la razonabilidad o la eficiencia del portador de la auctoritas.

Tiene auctoritas quien posee la capacidad para ser auctor; es decir, para fundamentar o fortalecer un juicio o una decisión. ¿Quiénes son portadores de auctoritas? Una persona, una  institución o un grupo laxo.

Como nos interesa el individuo, añadiremos qué tipo de auctoritas se basa en el reconocimiento de la posesión por una persona (testimoniada por sus actos) de cualidades excepcionales para enjuiciar situaciones difíciles, para decidir lo que se puede hacer ante ellas y para hacerlo efectivamente con éxito. Es decir, tiene auctoritas de esta última especie quien sabiendo qué hay que hacer, cuándo hay que hacerlo y cómo hay que hacerlo, lo hace efectivamente. De aquí se derivan la idea en torno a la política, al tipo de líder y cuál es la visión de la política. De aquí se entiende que la auctoritas deriva la capacidad moral para dirigir, orientar o aconsejar. Si esta existe, se crea un vínculo entre la persona o institución y la comunidad, se comparten valores y motivación, aparece el liderazgo.

   La política tiene dos visiones una de conflicto y lucha y otra en base al compromiso en la convivencia de fuerzas opuestas. Se entiende a  la política como creación de un orden en función de determinados valores y no como lucha existencial destructiva, y Mandela, basó su vida política en esta visión. El liderazgo se basa también en la credibilidad, toma años ganarla e instantes perderla. A través de la persistencia, consistencia, y demostraciones de paciencia de que uno es meritorio de la confianza y respeto de los seguidores. Esta se pierde con un paso en falso, un acto inconsistente, un acuerdo roto, una mentira, un encubrimiento. Hay tres tipos de líderes: los profetas, los manipuladores y el estadista: Mandela fue un Estadista en letras mayúsculas.  De tal manera, en Mandela la auctoritas acompañó al liderazgo. De la auctoritas, se obtiene pues,  no solamente una alta motivación de la sociedad, como ambiente global. Si el poder va unido a la auctoritas los integrantes de la comunidad estarán mejor dispuestos a dar más de sí de lo que se conseguiría por una mera obligación legal y eso logro Mandela en el seno de la sociedad surafricana.

El último elemento que compone el liderazgo y auctoritas de Mandela son los valores. Esto es esencial porque va asociado a toda nuestra argumentación anterior, porque el liderazgo debe tener como marco unos valores; por ejemplo, ¿qué tipo de sociedad desearía contribuir a crear y potenciar?, ¿qué tipo de relaciones interorganizativas le interesa fomentar?, y así se pueden hacer otras interrogantes. Lo importante de los valores es que, en gran parte, el éxito de algunos líderes se basa en la existencia de creencias, de muchos valores, marcos de referencia (lealtad, perseverancia, fe, esperanza y espíritu amplio).

Finalmente, el liderazgo de Mandela es en suma, la encarnación de ciertos valores por parte de una personalidad, que se  reconozcan en la necesidad de sus seguidores y cómo concretarlas y darles confianza para alcanzar resultados, el cual fue un motivador para llevar a cabo ciertos objetivos, y tuvo la capacidad para lograr la cristalización de esos objetivos (crear un orden democrático y reconciliar la sociedad surafricana). Entre auctoritas y liderazgo hay una positiva, dinámica y virtuosa relación dialéctica y en Mandela se dió como en pocos individuos en la historia de la humanidad en forma positiva es un ejemplo de político a seguir.

Nota publicada en eluniversal.com


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