Talvez el partido aprista habrá pensado (dentro del marco de su estrategia) que la pusilanimidad de Ollanta frente a los poderes facticos también podría rendirle frutos en sus maniobras por quedar impunes del caso de corrupción de narcoindultos. Sin embargo, Ollanta, parece decidido a no perder el 25% de popularidad que le queda conciliando con Alan García. Por eso, la intención de aprobar rápido el informe de la Megacomisión inhabilitando al ex presidente, lo que ha producido una declaratoria de guerra callejera y política por parte del APRA.
“…no hay elementos jurídicos, ni causales para acusar a García de infracción constitucional…una sentencia del Tribunal Constitucional señala que para que proceda la aplicación de la inhabilitación tiene que haber una tipificación previa, y lo que no está previsto en la ley no puede ser materia de sanción…Este informe tiene por objeto propiciar una inhabilitación del (ex)presidente Alan García para cualquier participación a futuro…”, declaro el líder aprista Jorge Del Castillo, acusado anteriormente por el caso de Petroaudios y comprendido en las investigaciones de la Megacomisiòn (21-12-13). Luego, la dirigencia en pleno, llamo a su militancia a movilizarse a nivel nacional contra el informe de la Megacomisiòn acusándola de persecución política.
Con estas declaraciones, el APRA, está declarando la guerra política al gobierno de Ollanta. Y no es para menos. En esta cuestión el APRA se está jugando su futuro político como opción de poder. Y es que después de Alan García no existe nadie con las cualidades carismáticas, oratorias y maquiavélicas en el partido de Alfonso Ugarte (Mulder es polemista y confrontacional, Velásquez no tiene nivel intelectual y es un orador medio, Del Castillo no tiene carisma y además tiene anticuerpos por los escándalos de corrupción, Meche Cabanillas ya fue candidata presidencial con resultados pésimos).
“Del Castillo ha dicho que harán una movilización nacional, hasta ahí están en su derecho. Todo el mundo tiene libertad para manifestarse pero esta información sobre un alzamiento policial se sale de laley “, declaro el intelectual Nelson Manrique (La Primera, 23-12-13).
Y el analista Raúl Wiener escribió, “…La información que tenemos desde hace algunos días indica que el presidente Humala ha reducido severamente sus salidas al interior del país y descartado cualquier viaje al extranjero, porque sobre su mesa se encuentra un informe con varios sellos de reservado y secreto de la Dirección de Inteligencia…El informe da cuenta de una serie de movimientos de personajes del Partido Aprista buscando contactos en la Policía con la finalidad de sondear la posibilidad de organizar una huelga contra los maltratos…que se concatenaría con una explosión de desorden con saqueos y violencia contra la propiedad pública y privada, que buscaría acorralar y debilitar al gobierno…” (diario La Primera, 22-12-13).
Así las cosas, el Perú, vive momentos de mucha inestabilidad e intensidad política. El día de hoy, y después de mucho tiempo, se vio al Sec. Gral. del APRA, Jorge del Castillo y al Sec. Gral de PP, Luis Thais, plantear en Canal N, la necesidad de un “Frente Único para afirmar la unidad de los partidos políticos para enfrentar el conflicto contencioso marítimo de La Haya” que deberá resolverse en las próximas semanas. En la misma línea, el aprista Diario Hoy, titulo ayer domingo “Nos Desunen” con la foto de Nadine y Ollanta.
Entonces, es obvio que el APRA está haciendo política. Está prometiendo el oro y el moro a los que deciden la vida política-militar nacional y a la misma vez conspirando (hace días se filtró por la prensa la idea de que García había dirigido una carta a los empresarios para pedirles su apoyo en la lucha contra la “chavista reelección conyugal de la pareja presidencial”), como dijimos en una nota anterior (Conspiración aprista, 16-08-13), para salir libres de polvo y paja de las acusaciones de corrupción.
Entonces, el APRA, tendría tres salidas políticas. La primera es que Ollanta negocie, pero éste cree que si concilia, perdería el 25% de apoyo popular que le queda. La segunda, es el pacto con el Fujimorismo (36 curules), pero el mismo tendría sentido cuando García tenga algo importante que ofrecer (¿Keiko Fujimori cederá sabiendo que García será su contrincante en el 2016?), la cual es difícil. Aunque también hay que señalar que García fue uno de los mentores de Fujimori y durante todo este tiempo han jugado en pared.
Y la tercera, es la conspiración, la agitación dentro de las fuerzas policiales y militares (que están en descomposición y enfrentadas por prebendas institucionales), y la movilización de sus bases y estructuras sociales (estatales, ESSALUD, construcción civil lumpen y paralela a la de la CGTP), para generar el caos bajo el objetivo de obligar a Ollanta a arrodillarse y a una negociación, o sino exigirán su vacancia por incapacidad moral (por eso el caso Meneses) y política para dirigir el país (ingobernabilidad).
En este marco, la debilidad política del gobierno de Ollanta (por su traición al pueblo y aislamiento) sin estructura partidaria (su única estructura pensante es él, su mujery ahora el ex trotskista Favre), cediendo la cabeza de varios jefes policiales, su ministro del interior y brazo derecha Villafuerte, por el caso Meneses (que es como un globo de ensayo del aprismo para ver la reacción del presidente nacionalista), las protestas populares en todo el país contra el modelo neoliberal (en especial contra el poder minero contaminante), sus metidas de pata al dar declaraciones (que le echan más leña al fuego), su fracaso en la lucha contra la inseguridad ciudadana y por generar mayor confianza a los inversionistas extranjeros, la falta de confianza de los empresarios en él (según encuesta CADE solo el 30% confía en Ollanta mientras que el 67% en Castilla), y la experiencia del APRA en generar crisis (caso Toledo) y hasta golpes de Estado exitosos (contra Velasco con la huelga policial del 05-02-75), son factores que alimentan un probable escenario de rendición de Ollanta y de crisis terminal del nacionalismo como proyecto histórico.
¿Vientos de golpe de Estado en Perú?
El desaire de la familia presidencial al jefe del CC. de las FF.AA. y al de la policía cuando la juramentación del nuevo Ministro del Interior, expresa que la crisis política abierta por el escándalo Meneses (vinculado a la mafia montesinista), continúa. Y es que a los dimes y diretes entre los jefes de la policía y las FF.AA. por el caso Meneses, le siguió el “choteo” del almirante Cueto al Ministro de Defensa, Pedro Cateriano, cuando le pidió que renuncie. Si a esto sumamos los titulares de la mayoría de mass media agitando por profundizar la crisis del gobierno y las declaraciones de la “oposición” metiendo en un mismo saco a Ollanta y Montesinos, y al propio presidente decir que hay una red de corrupción policial, para que estos últimos amenacen con renunciar, pues, podemos ver que la crisis ha dado un salto trasladándose al régimen político en su conjunto.
Y para que no quede dudas del carácter de la crisis, la bancada nacionalista dio una conferencia de prensa el día de ayer denunciando un plan golpista contra el gobierno. Según el congresista Daniel Abugattas,”…el APRA busca la ingobernabilidad, creando crisis severas de la democracia para salir con el discurso de adelanto de elecciones…” (diario Correo, 19-11-13). Y no sería nada descabellado ya que el APRA tiene una historia golpista y oportunista parecida al PRI de México.
En respuesta, el congresista aprista Mauricio Mulder declaró, “…Esto no va a paralizar para nada el pedido de la oposición de una investigación no manejada por elGobierno, ni sus amigos…”. Y el ex presidente García, que está siendo investigado por el caso de “narcoindultos”, dijo, “…Ha existido un remedo de la red montesinista…Lo que tengo clarísimo es que este grupo de personas, esta familia, no ingresó para mejorar lo anterior sino con un solo objeto: cómo nos quedamos. Para cumplir ese objetivo, como no sirven las instituciones democráticas del país, hay que hacer una duplicación de instituciones manipulatorias detrás…Los ejemplos de gobiernos encabezados por militares que se quedan, a pesar de que las leyes lo impiden, proliferan en América Latina…“(Correo 20-11-13).
Por su lado, Alvaro Vargas Llosa (garante de Ollanta e hijo del nobel de Literatura), expresó, “…Buscamos pretextos y coartadas para perdonarle a Humala cosas que no le hubiéramos perdonado por ningún motivo a la señora Keiko Fujimori…sé que el presidente es el responsable máximo de lo que está pasando…” (Peru21, 20-11-13).
Según la revista Velaverde, “…La crisis vain crescendo, al punto de haber alertado a la Sección Política de la Embajada de los Estados Unidos en Lima, la cual está citando a diversos especialistas para ver qué está ocurriendo con este escándalo…” (http://www.revistavelaverde.pe/, 18-11-13).
Al respecto, el intelectual Nelson Manrique escribió, “…Más probable es que el gobierno reclutara como mercenario a López Meneses a través de Adrián Villafuerte para montar un aparato de seguimiento a sus opositores desde el gobierno…”, (“Grado 7.9”, La República, 19-11-13). Y el destacado sociólogo Julio Cotler, dijo, “…Se lo quieren tirar a Humala o rebajarlo a un nivel tal, hasta hacerlo polvo, para tapar una serie de investigaciones…” (diario 16, 20-11-13).
Así las cosas, la conclusión a la que llegan la mayoría de intelectuales, políticos y periodistas es que: Ollanta está vinculado a la corrupción montesinista y ahora la oposición política que enfrenta serios casos de corrupción (García, Toledo y el Fujimorismo), pedirá borrón y cuenta nueva.
Ollanta nunca se caracterizó por ser un político profesional. Pero parece que en sus más de cinco años en campaña política no ha aprendido un principio básico en política: El que se pica pierde.
Y si bien es verdad García y Keiko han dicho que no hay ningún plan de golpe de Estado, lo cierto es que, por un lado, estos partidos tienen un pasado golpista, y por otro que, como dicen los analistas Beto Adrianzen y Raúl Wiener, se está cerrando un ciclo político democrático y se apertura uno autoritario en el Perú. Un ciclo autoritario donde la Derecha Bruta y Achorada (DBA), quisiera dar una lección al pueblo para que jamás desafíe su poder en una contienda electoral como lo hizo con Ollanta llevándolo a la victoria presidencial.
El problema que tiene la DBA por ahora es que el movimiento social viene de varias rebeliones victoriosas. Y una salida golpista en esta dinámica podría convertir la guerra política que vivimos en una guerra civil.
Nota publicada en bolpress.com