Cristina y Nicolás

No es cualquier cosa arruinar a Argentina con mayor nivel educativo y potencial humano.

Durante su visita a Caracas en el 2007, Cristina, en ese momento primera dama de Argentina, en uno de sus discursos, se refirió a los militares como "gorilas" en una clara alusión a Chávez. Esto no cayó muy bien y el comandante se dedicó a tratar de reparar ese vínculo y vaya que lo logró a punta de cerca de 12.000 millones de dólares según una cuenta a grosso modo. Fue una amistad comprada y muy cara. Parte del pago fue el insólito acercamiento con Irán, luego de que los teócratas y santones ordenaran el asesinato de decenas de argentinos en dos ataques terroristas.

Ahora que no están Néstor y Hugo, a los cuales solo se menciona como formalidad en ciertos actos proselitistas, la relación es entre iguales, comunistas y miembros del foro de Sao Paulo. Cristina y Nicolás están hechos el uno para el otro, pues ambos cabalgan al tono del socialismo totalitario populista, persiguen la prensa libre y no aceptan oposición. Ambos también presiden sobre la debacle financiera y la ruina moral de sus países. Nicolás le debe la presidencia, pues fue Cristina la que apareció en Caracas con el "testamento" manuscrito de Chávez. Claro, luego se fue espantada cuando se dio cuenta que sería una actriz de reparto en la magna obra de la muerte y sepelio del hoy llamado "comandante eterno" como si fuese un dios en el ridículo "cuartel de la montaña".

Mientras el resto del mundo y buena parte de Latinoamérica ofrecen a sus ciudadanos un mayor progreso y bienestar, Argentina y Venezuela van de la mano camino al infierno o si se quiere según su óptica al mar de la felicidad de Cuba. No es cualquier cosa arruinar Argentina con mayor nivel educativo y potencial humano, y Venezuela, poseedor de las mayores reservas petroleras del planeta. ¡Será!

Nota publicada en eluniversal.com