“Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más”
Sabio proverbio Hindú que busca la reflexión del maestro en su tarea de lograr la comunicación efectiva con sus alumnos, quienes en el proceso de su formación escolar son fuente viva de aprendizaje.
El presente artículo visualiza algunas razones del deterioro educativo peruano, ante un panorama escaso de opiniones, en lo que se refiere a los resultados de la evaluación Pisa 2012, dados a conocer el 3 de diciembre de 2013. No hay mea culpa de las autoridades, ni de los maestros que representan al sector Educación, por lo que la situación se torna preocupante. ¿Se camina hacia el conformismo denigrante?, ¿Nos acostumbraremos a estar en el último lugar, al igual que el fútbol?
Los resultados Pisa 2012 denotan una realidad, de la que todos los peruanos somos conscientes, “nuestra educación es deficiente en todas sus etapas: Inicial, Primaria, Secundaria y Superior, tanto en el sector estatal como privado”. Si, se trata de determinar responsabilidades, la carga mayor la tiene la educación Superior, porque es ahí donde se forman los profesionales. Resulta paradójico y hasta anecdótico que teniendo profesionales con grado de maestría y doctorado, se esté mal, en casi todas las áreas del desempeño laboral. Las autoridades de este sector son las llamadas a tomar las medidas de mejora académica. El desempeño de sus egresantes debe ser evaluado.
La falta de ética para la adjudicación de cargos administrativos y selección de maestros constituye un porqué de la desaprobación Pisa. Resulta vergonzoso y ofensivo que el sector dedicado a la formación de la persona se elija, en base a la afinidad política de turno. No se toma en cuenta el dominio pedagógico, necesario para enrumbar la programación hacia el desarrollo humano. La dedocracia y la aplicación de una serie de evaluaciones enmarañadas son las formas aplicadas, para seleccionar al personal.
La administración burocrática, tanto del Gobierno Central, como de los gobiernos regionales y locales a cargo de personal acondicionado a cumplir a rajatabla las normas e imposiciones de arriba, sin tener en cuenta las individualidades existentes en cada educando e institución, constituye otro porqué de la desaprobación. Las actitudes impositivas, por el poder que da el cargo y la falta de sentido crítico anula la creatividad del educador, quien se convierte en un ente pasivo que no opina, no sugiere, no contradice por el temor de perder el trabajo.
Las agobiantes capacitaciones de contenido teórico y no práctico, es otro problema. Los funcionarios académicos se limitan a repetir teorías filosóficas- psicológicas procedentes de países desarrollados, antes que a fortalecer los métodos de enseñanza. Se citan nombres de autores extranjeros que apenas pueden pronunciar y escribir, como: Bloom, Gagné, Fróbel, Goodman, Kerschesisteiner, Kilpatrick, Nokov, Vygotsky, Bruner, Asubel, Gestalt, Abbott, Gardner. Teorías referenciales importantes, estudiadas en la etapa de formación que sirven de referencia, mas no de imposición. No se toma en cuenta el pensar de ilustres maestros peruanos como: Encinas, Villarán, Mariátegui, Salazar Bondy, Basadre, que responde a nuestra realidad.
Las confusas y complicadas capacitaciones aterrizan en la elaboración de una serie de documentos repetitivos que no solo ocupan tiempo, si no que entorpecen el desempeño creativo del docente, quien en su tarea se ve obligado a practicar la teoría del no.
El educador peruano del siglo XXI ya no tiene autoridad, ya no exige, ya no corrige, porque según las teorías estudiadas, baja la autoestima del estudiante; ya no desaprueba, porque pone en peligro los ingresos empresariales; ya no inventa; ya no crea formas personales de aprendizaje, por la imposición de normas y programas monitoreados desde una sede principal.
El aprendizaje moderno, también aplica el no, al desarrollo de la memoria, no al aprendizaje de la tabla, cuyo dominio da rapidez a la solución de operaciones pensantes; no al silabeo y al deletreo, que ayudan a la buena dicción y escritura; no al aprendizaje de poesías, refranes, frases célebres, fechas, hechos históricos, por ser temas poco útiles para la vida. Resultado de la aplicación de esta teoría son los alumnos que tenemos con serias deficiencias en el conocimiento y con normas de conducta no adecuadas.
Los bajos salarios, así como la inestabilidad laboral, existente en el sector, es otra causal de la desaprobación Pisa, el salario no permite adquirir la tecnología del momento, la inestabilidad estresa, desmotiva y quita el alma de la enseñanza.
Por lo expuesto es reto prioritario, de todos los peruanos, mejorar la situación, para salir airosos en otras evaluaciones y forjar el desarrollo del país.
(*) Profesora de Comunicación
Nota publicada en eltiempo.pe