A pocos días del fallo de la Corte de la Haya (subordinada a la ONU), el gobierno chileno tiene una política derrotista. Y no es para menos. Los tres factores que están en disputa (el triángulo externo, el límite marítimo y el punto de inicio de ese límite), están bajo dominio del Estado chileno. Es decir, que cualquier resolución de la corte cuestionando el status quo será para beneficio estatal peruano.
Y en efecto, mostrando síntomas de derrota, el propio canciller chileno, Alfredo Moreno, dijo, “…Cualquier cambio por fallo de La Haya afectará a Chile...” (La Tercera, 20-01-13), al salir de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional (COSENA), convocada por el presidente Sebastián Piñera.
En este mismo sentido, la importante reunión cívico-militar del COSENA es vista por algunos grupos de izquierda como Socialistas Allendistas como una diplomacia improvisada. “…Rechazamos la convocatoria del Presidente Piñera al COSENA para analizar el próximo fallo de La Haya. Las Fuerzas Armadas no pueden transformarse en un actor que delibere de igual a igual con el poder civil en un órgano como el COSENA…Es hora que el gobierno de Piñera y los gobiernos que lo antecedieron asuman sus responsabilidades políticas ante el país por su mal manejo frente al diferendo marítimo con Perú. Durante años y de manera sistemática se negó obtusamente la existencia de un diferendo bilateral con el Perú, y hoy nos encontramos ad portas del fallo del Tribunal de La Haya, el que a todas luces será desfavorable para Chile...”, (http://www.socialismoallendista.blogspot.com/2014/01/socialistas-de-izquierda-y-la-haya.html)
Y esto porque la expectativa por el fallo de la Haya se da en un contexto político de gran convulsión social donde los trabajadores pesqueros de Chile están en huelga indefinida reclamando reivindicaciones laborales como aumento de salarios, negociación colectiva, etc. contra el gobierno y el poder económico del grupo Angelini (controla más del 51% del mercado y el espacio en disputa representa el 30% de sus intereses). En el Perú, no es muy diferente el caso de los pescadores artesanales, que están sujetos a las leyes de flexibilización laboral impuestas por el fujimorismo.
“Ni reír, ni llorar, comprender”, decía el filósofo Espinoza. Y esta cuestión es importante para poder sentar una posición correcta y mariateguista. Por tanto, lo que hay que comprender es que si bien, lo más probable, es que La Haya de un fallo “salomónico” (ya que como organismo de la ONU tiene el deber de impulsar la paz), reconociendo el “acuerdo de límites” de Chile (a partir de la línea equidistante y manteniendo la pesca para ellos), también le reconocerá a Perú una parte del territorio marítimo en disputa.
“…La Corte establecerá una nueva realidad geográfica distinta al statu quode facto que existe hoy en día…hay una zona marítima (38,324 kilómetros cuadrados) respecto de la cual Chile, sin títulos jurídicos, ejerce posesión, más no soberanía…”, dijo el experto Fabián Nobak. Por su lado, el analista Farid Kahhat,”… uno de los resultados más fáciles de digerir para las partes, sobre todo para Chile, sería que se le conceda al Perú el denominado triángulo externo (diario Perù21, 19-01-14).
Y justamente previendo una perspectiva derrotista, Piñera y cìa, están haciendo eje de sus declaraciones en que, “…Chile buscará avanzar en su debida ejecución, la cual necesariamente tendrá que ser gradual y acordada con Perú…” (La Tercera, 20-01-14). Y es que el fallo de la Haya si bien es verdad le da un rango de Ley a su resolución (en el marco del derecho internacional), no implica su ejecución sino que deja a la “buena fe” de las partes concertar al respecto.
¿Qué significa esto? Significa que Chile, por su carácter de potencia hegemónica en la región (quitándole al acceso al mar a Bolivia; y Tacna y Arica al Perú, etc.), ejecutará el fallo cuando mejor le parezca (antes se demoraron 30 años para aplicar el tratado de Ancón de 1883).
Nota publicada en bolpress.com