Viernes 26 de julio 2024 | Contáctenos
Como se sabe, con el acuerdo logrado con el Ecuador a fines del siglo XX, el Perú cerró sus cinco fronteras terrestres. Por ello, ya están definidos los límites con todos nuestros países vecinos, salvo la frontera marítima con Chile. Pero, ¿qué trascendencia puede tener para un ciudadano de a pie lo que se decidirá en La Haya?, ¿es solo una o son varias las controversias por resolver?, ¿qué es lo que en realidad está en juego en La Haya?
Quienes vivimos en el norte del Perú, especialmente en Tumbes y Piura, somos testigos del gran cambio que se produjo con el Acuerdo de Paz con el Ecuador. Las historias de cooperación binacional, de intercambios comerciales y de visitas turísticas se abrieron paso para dejar atrás décadas de desconfianza, conflictos bélicos y gastos militares irracionales. Hoy podemos decir que la Paz con Ecuador nos ha fortalecido a todos, no solo ha hecho más fluida la relación entre nuestros gobiernos, sino que se ha generado un clima de “confianza mutua” entre las poblaciones fronterizas, lo que ha permitido tener mejores condiciones para el desarrollo sostenible en el Ecuador y en el Perú.
¿Y son similares los procesos de definición de fronteras con Ecuador y con Chile? Ciertamente no, debemos guardar las naturales distancias entre los dos procesos, toda vez que cada uno tiene sus particularidades.
El Acuerdo de Paz con el Ecuador fue adoptado directamente por los gobiernos de Ecuador y Perú, con el apoyo de los países garantes. Lo precedió un cúmulo de controversias y conflictos bélicos. En el caso con Chile, el tema marítimo ha sido sometido a una Corte Internacional. A este tema de delimitación de la frontera marítima no la ha precedido conflicto bélico alguno, ni tampoco décadas de hostigamiento mutuo.
A pesar de las diferencias expuestas en los procesos de definición de fronteras, no se debe perder de vista el objetivo final en ambos casos: lograr la confianza mutua que beneficie a los ciudadanos de los países involucrados.
De otro lado, resulta particularmente interesante lo que han revelado las encuestas más recientes sobre este tema:?el 82 % de los habitantes urbanos del país son optimistas respecto al fallo de La Haya. Es decir, la abrumadora mayoría de peruanos cree que el fallo nos será favorable, que “ganaremos” la contienda. Pero ¿qué es ganar y qué es perder en este caso?, o dicho en otras palabras ¿qué está formalmente en juego en La Haya? Hay que precisar que no hay uno, sino tres temas en controversia: 1) ¿existe un tratado de límites marítimos entre ambos países?, 2) ¿le corresponden al Perú 28 000 km2 del denominado triángulo externo; y 3) ¿cuál es el punto de inicio del límite marítimo?
Estando entonces no uno, sino tres temas en juego en La Haya, es casi seguro que no habrá un “ganador absoluto”. De hecho, el fallo que está próximo a publicarse será complejo y además será, naturalmente, materia de análisis por semanas y meses. Y para cada uno de los dos gobiernos será muy delicado cada paso que dé en materia de ejecución del fallo. Lo que no debemos perder de vista ni los dos gobiernos ni la población de cada país, es que esta es una oportunidad histórica para curar viejas heridas y para generar confianza mutua entre ambos países. Esa misma confianza de la que los piuranos podemos dar fe que hoy existe con el Ecuador.
Por lo demás, Chile y Perú están frente al océano Pacífico, que es el mar del futuro. Debemos pues darle una mirada conjunta a nuestro destino, sin dejar de recordar el pasado. Y sin desmerecer tampoco las ilustres memorias de Arturo Prat y Miguel Grau, quizás debamos poner más énfasis en estudiar y difundir nuestra común guerra por la independencia, ahora que el Perú está próximo a celebrar su bicentenario (2021). Tenemos mucho en común con Chile por lo que no es difícil evocar a Don Bernardo O´Higgins, político y militar chileno que luchó junto a Don José de San Martín por la independencia del país del sur; aquel murió en nuestro país y tuvo el honor de ser proclamado oficialmente en nuestra patria como “Gran Mariscal del Perú”, en los albores de nuestra vida republicana.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya dará un fallo definitivo. Lo que realmente está en juego, es el clima de paz y confianza con el que las futuras generaciones de chilenos y peruanos merecen vivir. Finalmente, con banerras izadas o sin ellas, esperemos un fallo justo y 100 % ejecutable para Chile y para el Perú.
(*) Abogado.
Nota publicada en eltiempo.pe
Cargando...