Unidos siempre al Perú

En 1884 el tratado firmado en Ancón fue ratificado por los congresos de Perú y Chile, dándose por concluido el conflicto del Pacífico.  Por  efecto de aquel acuerdo Tacna y Arica quedaban en poder del país del sur durante diez años.   Expirado aquel plazo y mediante un plebiscito, las provincias aludidas deberían decidir a qué país preferían pertenecer definitivamente. Aquello no ocurrió jamás y las dos provincias permanecieron cautivas hasta 1929, año en que se decidió la anexión de Arica para Chile y el retorno de Tacna al Perú.

Aquel mismo 1884 ocurrió un pequeño suceso que hoy puede tener un destello especial. Un  grupo de tacneños y ariqueños ilustres, a nombre de las ciudades que lideraban, suscribieron un documento público en el que se comprometían a permanecer fieles a la nación peruana y unidos siempre al Perú “seguir junto con él la suerte que la Providencia le tenga reservada”. Hace 130 años de este compromiso.

Hoy que la Corte Internacional de Justicia de La Haya ha entregado su fallo definitivo y obligatorio, los límites marítimos con Chile  -que no se habían acordado formalmente-  han sido resueltos. Las posiciones que “de facto” se venían imponiendo por varias décadas se han modificad0 para siempre. Y en ellas los reclamos peruanos han merecido mayor atención, aunque seguramente no toda la que nos gustaría.La historia de los pueblos que tienen a la lealtad como estandarte de sus vidas suele ser azarosa, pero por sobre todas las cosas es digna y ejemplar. Tacna es un ejemplo de ellas. El destino del Perú es su destino, como sus  hijos juraron que así sería hace 130 años.