Proyecto modernización de Talara puede terminar en gran frustración

Realización dependerá de trabajo especializado en finanzas gubernamentales.

Los agentes económicos están impacientes, no se explican que cosa retrasa el inicio de la construcción del proyecto de modernización de la refinería Talara (PMRT), de propiedad de Petroperú (PP);  más aún si en diciembre pasado se aprobó en el Legislativo la ley que autorizaba al estado peruano, a través del ministerio de economía y finanzas (MEF) a otorgar garantía soberana hasta por 1,000 millones de dólares para este emprendimiento ambicioso y cacareado largamente por el “humalismo”. Han pasado 45 días y como decía el famoso locutor deportivo Humberto Martínez Morosini: “aquí no pasa nada”.

Los legos en megaproyectos gubernamentales que se realizan con financiamiento, no sabían que aún no se había cerrado el contrato entre PP y la contratista  española Técnicas Reunidas (TR), lo cual se ha tomado todo este tiempo. Ahora que esta valla se superó, aún está pendiente algo más complicado, el ejercicio del financiamiento que empieza con un crédito puente por 500 millones de un total de 2,700 millones de dólares que estarán a cargo de la petrolera estatal. Esto puede ser el inicio de un vía crucis para que el deseo y el ofrecimiento político se convierta en realidad y termine en un gran fiasco.

Se sabe por información que circula en los corrillos económicos, pues oficialmente no hay ninguna data, que el crédito puente gestionado por el estructurador financiero, el banco francés Societé Generale (SG), es por 500 millones de dólares y que se está planteando para ser pagado a cuatro años y no requiere garantía soberana. Esto significará que de acuerdo a la legislación de endeudamiento público (decimo octava disposición complementaria y transitoria y artículo  40.1 de la ley 28563, actualizada al 31.12.2013) se hace necesaria una resolución ministerial (RM) de economía y finanzas para autorizar el endeudamiento.

 Para que ello ocurra y dado que según el contrato EPC (Engineering Procurement Agreement) entre PP y TR se señala que este monto debe ser desembolsado a los 10 días de firmado el contrato, deberá tenerse en cuenta que el desembolso tendrá que ser registrado como deuda pública del año 2014, considerando la Ley de  Endeudamiento de este año, para lo que tendría que estar consignado el monto en el Programa Anual de Concertaciones de Créditos Externos (Cuadro 7 del Dictamen de la Ley) y/o en el Programa Anual de Concertaciones de Créditos Internos (Cuadro 8 del dictamen de la Ley donde erróneamente se indica externo en lugar de interno).

Cuando se revisan los programas anuales de concertaciones referidos, en el sector energía y minas no hay registrado endeudamiento alguno, tampoco en empresas e instituciones, donde solo se prevé 284 millones de dólares y la única posibilidad es que se considere en el rubros “otros proyectos de inversión” donde hay una provisión por 819 millones de dólares. Según el propio dictamen son proyectos a ser definidos. Si quieren SG; PP y el asesor Cofide ir por esta vía, deberían estar haciendo vigilia en el jirón Junín, para que los 500 millones de dólares requeridos sean considerados dentro de los 819 millones mencionados, es decir habría que copar el 61% de la provisión. Cosa nada fácil, pero es lo que habría que hacer inmediatamente, si se quiere tener la autorización de endeudamiento vía RM en los próximos treinta días.

Pero allí no queda la cosa, pues la cifra señalada se convertirá en la disolución de una tableta efervescente en un océano de necesidades. Es obvio que en todo el 2014 se necesitarán más fondos, pero al no haber más provisión en la ley de endeudamiento y sus cuadros de concertaciones, salvo que se quiera usar el 100% del rubro “otros proyectos de inversión”, cosa que está más difícil que rasgar cristal, no habrá forma de conseguirlo y tendrá que trabajarse para que las necesidades se calendaricen en la ley de endeudamiento del 2015, que se vota en el congreso el último día útil del mes de noviembre de este año.

Hay una manera más imaginativa de manejar el tema, los 500 millones de dólares iniciales se podrían plantear como un crédito de plazo de un año, revolvente y se cumpliría las condiciones estipuladas en los artículos 62 y 64 de la Ley 28563, Ley del Sistema Nacional de Endeudamiento, que señala que en estos casos no se necesita autorización vía RM, siendo suficiente la firma de la máxima autoridad administrativa de la empresa, que en este caso sería el gerente general de PP. De hacerse así, quedarían intactos los 819 millones de dólares del rubro “otros proyectos de inversión” del programa anual de concertaciones de deuda en dólares. Fácilmente se podrían conseguir aquí que se consideren otros 500 millones de dólares de desembolsos para el 2014, con lo cual se tendrían un avance del 37% de los desembolsos totales necesarios. De esta manera también se cuidaría no usar “equity” de la empresa tan tempranamente, que es más costoso que los financiamientos de las entidades crediticias.

Hay que hacer un trabajo de filigrana similar a las pendientes de dormilonas de los orfebres de Catacaos, pues es la única manera que este proyecto camine, lamentablemente no estamos viendo que así ocurra y se está viajando aceleradamente con “luz verde” al despeñadero.