Los chicos de hoy no leen libros

Aunque a los papis nos cueste aceptarlo, hoy en día, resulta muy difícil fomentar en nuestros hijos el amor por la lectura. Ellos no tienen el hábito de utilizar libros. Cuando les piden investigar un tema en la escuela, corren a buscarlo en alguna página web. Sea por la facilidad, accesibilidad, rapidez y más por la comodidad con la que nuestros hijos encuentran la información, ellos prefieren recurrir a la Internet que a los libros.

Sin embargo, por formación y experiencia, sabemos que la mejor investigación se logra a partir de la revisión y consulta de varios libros; extraemos las ideas importantes, analizamos los distintos criterios y puntos, para recién encontrarnos en la capacidad de crear nuestros propios resúmenes o textos.

Pero, aunque nos resulte frustrante, los chicos de hoy no saben seguir este proceso o por menos no lo prefieren. Y, es ahí donde radica su escasa conciencia ortográfica y su baja capacidad de análisis y comprensión lectora. Los chicos de hoy escriben no solo como hablan sino como “chatean”: omiten consonantes y vocales, abrevian incorrectamente las palabras, no usan mayúsculas, utilizan jergas y nunca colocan tildes.

Por otro lado, en las bibliotecas locales no se suele encontrar bibliografía actualizada, variada ni interesante. Y lo que es peor, en casa no contamos -como en los hogares de antes- con los libros de consulta suficientes para que nuestros hijos hagan sus tareas.

Por estas razones, los padres debemos tomar conciencia de la importancia de crear e incentivar el hábito de lectura en nuestros hijos desde muy temprana edad. Los maestros, fomentar y exigir el uso de libros y enciclopedias para la realización de las tareas. Y las municipalidades, preocuparse por mejorar la implementación de las bibliotecas locales.

Debemos motivar a nuestros hijos, haciendo que la lectura no sea una obligación, sino un momento divertido y placentero, a fin de que se convierta en una actividad constante. Para ello, debemos buscar textos adecuados a su edad y nivel lector, con temáticas que encajen con su personalidad y despierten su deseo e interés por leer; acondicionar en casa un espacio adecuado para la lectura, con buena luz y libre de ruidos e interrupciones; establecer horarios de lectura, sea individuales o en familia.

En el contexto actual en el que vivimos y con las facilidades que brinda la tecnología, lograr el amor por la lectura en nuestros hijos es una tarea difícil. Sin embargo, es deber de los padres empezar a moldear este hábito en ellos desde muy pequeñitos. Así tendremos hijos cultos, con un vocabulario variado y con habilidades de comprensión lectora y análisis, que constituyen la base para el aprendizaje.

Nota publicada en eltiempo.pe