Banner Tuvivienda
Lunes 13 de mayo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Miércoles 23 de abril 2014

Peligros de la educación financiera sin valores humanos

Por: César Fernando Sánchez Olivencia
Peligros de la educación financiera sin valores humanos
Foto: pulsosocial.com

El ministerio de Educación anunció el pasado 10 de abril que desde 2015 se enseñará educación financiera en primaria y secundaria. Según el Minedu, el objetivo es formar "Ciudadanos económicos".

El Plan busca que al terminar la etapa escolar, los alumnos puedan conocer los principios económicos. El nuevo marco curricular nacional que incluye esta materia estará listo entre julio y agosto de este año.

Este anuncio lleva a reflexionar sobre el problema estructural de la educación peruana. La  educación financiera es el proceso educativo para desarrollar conocimientos, actitudes, valores y hábitos en el manejo de la economía personal y familiar.

La noticia se puede calificar como positiva, aunque en materia de educación nacional no debemos limitarnos a mirar el árbol y perder de vista el bosque. Un curso más que se agrega al marco curricular  de educación primaria y secundaria no resuelve la crisis de la educación.

El sistema educativo es complejo

¿Es tan fácil como parece? Debemos tener en cuenta que se trata de agregar un factor más a la educación. Aunque se trate de un cambio básico, es un problema sistémico, transversal y multisectorial. 

Añadiendo un curso al marco curricular no cambia el sistema educativo. El sistema no cambia acoplando una pieza menor a la maquinaria que tiene desperfectos estructurales.

Los problemas de la educación en el Perú no son tan simples. El marco curricular no solo carece de educación financiera sino de muchas materias fundamentales para la formación de la persona humana.

El Estado nunca ha priorizado la enseñanza de los derechos humanos, nutrición, cultura peruana, relaciones interpersonales, desarrollo personal,  desarrollo institucional y promoción de emprendedores.

No se trata de diseñar un proyecto  de educación  financiera y disponer su ejecución desde el ministerio de Educación. La implementación, seguimiento, monitoreo y evaluación son decisivas. ¿Quién lo pondrá en práctica?

Los funcionarios del Sector  indican que 300 mil maestros del país serán capacitados en esta materia desde julio próximo. También se dispondrá de las nuevas herramientas pedagógicas y metodológicas para ejecutar el proyecto. ¿Es todo?

Lo primero que se debe hacer es definir correctamente el problema y lo  que deseamos solucionar. No vayamos a terminar adiestrando a millones de escolares para insertarlos como clientela cautiva  en el sistema bancario.

Tampoco se trata de poner en práctica una educación financiera para que los jóvenes se conviertan en fanáticos adoradores de las riquezas en detrimento de los valores humanos y consideren como valor supremo al dinero.

¿Qué educación financiera se necesita?

La doctrina humanista enseña que la educación financiera debe ser el medio para promover el desarrollo humano. Por eso, la Constitución  Política vigente dice: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y el Estado”.

Entonces si esto no es letra muerta, el problema que debería resolver la educación financiera podría ser la insuficiente capacidad para tomar decisiones financieras que contribuyan al desarrollo humano de las personas.

Entre las causas principales de este problema podrían figurar la carencia de educación  financiera y la deficiente formación humanista de los alumnos de primaria y secundaria.

El riesgo que se corre en esta clase de problemas  es la infiltración de una serie de deformaciones cualitativas y cuantitativas, que desvirtuarían los propósitos del proyecto educativo.

La primera deformación que debemos evitar en el proyecto es que se convierta en un sistema en favor de la instituciones bancarias a través de “Educar para captar”. Esto se debe evitar con mucha decisión de parte del Estado.

Se tiene que garantizar que el proyecto educativo pueda desarrollar las capacidades que se consideren básicas para el desarrollo humano de la persona en relación  con los objetivos de la educación financiera.

Una auténtica educación financiera debe desarrollar una cultura del uso de instrumentos financieros, que permita a los ciudadanos, ser mejores en su interacción personal, familiar y social.

Los principios de la educación financiera deben orientar al crédito, ahorro e inversión responsable.  Conciencia del trabajo digno para producir el ingreso con honradez, sin subordinar los valores humanos a las ambiciones económicas.  

Es fundamental para la educación financiera “Aprender a tener”. Consiste en respetar una escala de valores: encima del dinero, debe estar la vida, la dignidad, los valores y principios de la doctrina social y cristiana.

El Proyecto Educativo Nacional afirma que  “La defraudación de la promesa de “educación de calidad para todos” ha permitido que se haga más evidente la desigualdad entre los peruanos”. Sin embargo, la educación no es prioridad para el Estado.

El cambio integral que necesita el sistema educativo no se puede hacer a base de parches o medidas paliativas como ejecutar un proyecto por aquí o un programa por allí, que no conducen a corregir las profundas distorsiones de la educación  peruana.

Si se considera a la educación como la clave del desarrollo no queda otro camino que abordar el tema  con medidas profundas. Ahí tenemos a Finlandia con su sistema educativo líder en el mundo, o también -en su propio estilo- a los países asiáticos como Corea, Singapur, Malasia y Tailandia.

Por eso, cuando se trata de añadir un curso de educación financiera en el marco curricular de primaria y secundaria, debemos tomarlo como una medida necesaria pero no suficiente para mejorar la calidad de la educación nacional. 

En cualquier latitud se reconoce que el dinero es importante porque la economía es importante. El dinero  nos permite hacer muchas cosas, aunque no puede hacer todo lo que el potencial del hombre puede expresar en la sociedad.

Los valores intangibles de la humanidad no obedecen a una relación directa y proporcional con la riqueza material. La historia demuestra que muchos pueblos han desaparecido por la ambición desmedida a las riquezas arrebatadas a sangre y fuego.

El dinero no es condición sine qua non para cambiar al hombre. Un predicador sin dinero puede hacer mucho por su feligresía. Jesucristo cambió una tercera parte de la cultura religiosa del mundo. A veces requiere “Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

La cultura de la educación financiera enseña que se puede tener  dinero, no a costa de la infelicidad y sufrimiento de otras personas o de la renuncia a los principios, sino que podemos lograrlo y compartir sus beneficios hacia la humanidad. 

Con esta visión humanista de la educación financiera debemos formar líderes capaces de hacer crecer la riqueza para todos y no solo para beneficio propio. No se trata de hacernos ricos a costa de la pobreza sino de hacer lo necesario para acabar con  la pobreza.

El desarrollo temático debe incluir materias como la empatía de la  comunicación,  autoestima, autorrealización, desarrollo de la cooperación y solidaridad, responsabilidad, eficiencia, tecnología, creatividad,  innovación, e inteligencia emocional.

Al respecto, el BBVA dice: “Si entendemos a la educación financiera como parte integral de la educación en valores y el símbolo de una apuesta por “un futuro mejor”, (…) abierto al futuro y al desarrollo de las personas empezando por las más desfavorecidas”.

El objetivo del proyecto de educación financiera para jóvenes de primaria y secundaria debe desarrollar una cultura financiera para el desarrollo personal y social. Interactuar y aprovechar las oportunidades del crédito y ahorro responsable, así como  la inversión generadora de puestos de trabajo.

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan