Tras iniciativas legislativas con la común proposición de modificar el artículo 31º de la Constitución Política a fin de eliminar el voto obligatorio e instaurar el voto facultativo o voluntario, empezó a ser debatido por cuarta vez en el seno de la Comisión de Constitución y Reglamento, sin que se advierta comunidad de ideas entre sus integrantes.
Las tres proposiciones han sido presentadas por los congresistas Víctor García Belaunde (AP-FA), Humberto Lay Sun (UR) y Omar Chehade Moya (NGP), titular de la comisión dictaminadora, con el respaldo de sus respectivos grupos parlamentarios.
La misma propuesta legislativa fue motivo de intensos debates en los dos últimos períodos legislativos, pero fueron desestimados en marzo de 20006, mayo de 2008 y en octubre de 2008.
(Una cuarta propuesta, pero destinada a eliminar el voto voluntario únicamente en las elecciones municipales también fue desestimada en diciembre de 2010.)
Los tres proyectos, sustentados en sesión realizada en la fecha, son las presentados en septiembre de 2011 por García Belaunde; en diciembre de 2013 por Lay Sun, y en mayo de 2013, por Chehade Moya.
Los argumentos
Al sustentar su iniciativa, el primero de ellos argumentó que el voto obligatorio constituía en la práctica un voto desinformado, por cuanto un 65% de los votantes jamás recordaba a favor de quién había emitido su voto.
En consecuencia, añadió, “no se trata de un voto reflexivo, de conciencia”.
Apeló a las letras de nuestro Himno Nacional para exclamar que “si somos libres, seámoslo también al votar”.
Recordó también que en la mayoría de países latinos el voto era voluntario, decisión que había sido adoptada recientemente por Chile y aplicada en su última elección presidencial.
Por su parte, Humberto Lay definió libertad como “el ejercicio constante de la democracia”, y criticó que se siguiera tratando a los ciudadanos peruanos como personas inmaduras obligándolos a actuar contra su libertad.
Según dijo, solo Ecuador, Perú y Uruguay mantienen la obligatoriedad del voto y sancionan a los que se abstienen de votar. Pese a ello, recordó que en las últimas elecciones presidenciales en nuestro país, el ausentismo alcanzó a un promedio de 11.59%, porcentaje casi similar al ausentismos registrado en las elecciones realizadas en Venezuela, que llegó a un 12%, pese a que en ese país no existe la obligación de votar.
A su turno, Chehade Moya consideró que existía una contradicción constitucional, por cuanto entre las libertades individuales establece el voto como un derecho, y en su artículo 31º dispone su obligatoriedad. “No es sustentable un derecho que sea obligatorio”, comentó el legislador.
Aseguró que el voto voluntario permitiría fortalecer la democracia, porque evitaría que las personas voten obligatoriamente sin saber por quién, a veces guiados por las encuestas, sin poner interés alguno en el proceso. “Eso impide emitir un voto de conciencia”, dijo.
Criticó también que la omisión de votar sea castigada con la ‘muerte civil’ del ciudadano, lo que le impide realizar cualquier trámite ante la gestión administrativa, además de ser apartado del sistema financiero, entre otras limitaciones.
Por el contrario, el legislador oficialista propuso que se establecieran incentivos a los votantes, de tal forma que el voto facultativo se convierta en un acto atractivo y masivo.