¿Debería renunciar el Ministro del Ambiente?

Ministro Pulgar Vidal, responsable de la cartera del Ambiente

Los defensores del medio ambiente han entendido que la reciente propuesta legislativa enviada por el Poder Ejecutivo al Congreso, que tiene como slogan: “la promoción y dinamización de la inversión”, abona a favor de las industrias extractivas en desmedro de las áreas naturales protegidas y relacionadas, por tanto el Ministro Pulgar Vidal, debe renunciar.

Para dar opinión vayamos a los temas de fondo, hay dos puntos en el proyecto de ley que disminuye el poder que tiene el sector de medio ambiente: el tratamiento de las multas a los infractores y las competencias para definir las llamadas zonas reservadas.

Se plantea en la propuesta tres temas sobre las multas: que la recaudación vaya al tesoro público y no a la dependencia sancionadora para evitar el incentivo perverso de buscar financiar el presupuesto institucional con esos recursos. Luego se establece que durante tres años, primero se plantee medidas correctoras y luego se sancione y finalmente que las multas no deberán exceder el 35% del monto actual.

Sobre las multas, el primer punto me parece lo correcto; la avidez recaudatoria hace que se busque sanciones por doquier, lo cual debe eliminarse y una buena medida es que salgan de los presupuestos de los sancionadores. Los puntos dos y tres, suenan a una amnistía medio ambiental que no la comparto, hay indubitables excesos de las autoridades hoy en día, pero a nombre de eso no podemos cruzar la vereda. Ya bastante tenemos con contaminaciones de relaves mineros, desechos industriales, aguas servidas en playas y contaminación con residuos de hidrocarburos, que están impunes, como para ser tan permisivo.

Finalmente sobre la facultad de establecer zonas reservadas que pasan ahora al ámbito del Consejo de Ministros, es decir a una decisión política en lugar de técnica y en donde el que tiene el verdadero poder es el Ministro de Economía, que tiene en la cabeza la conceptualización del estado como el de una sociedad mercantil, no se espera sino barbaridades. Lástima que se ha llegado a esto pues el Ministro Pulgar Vidal, que ha debido manejarse como un estadista, lo ha hecho como el capitoste de una federación de ONG. En ese sentido habiendo sido el gestor de la situación por decoro ya debería haberse ido.