El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, un mes después de su primer mandato en el cargo, no quiere que su nombre en placas en obras públicas o su retrato colgado en las oficinas públicas.
En un decreto, Solís prohibido que su nombre sea utilizado en placas para inaugurar puentes, carreteras y edificios, como era la costumbre en las administraciones anteriores. A partir de ahora, las placas llevarán sólo el año cuando el proyecto fue inaugurado.
"Las obras son del país y no de un gobierno o un funcionario en particular", dijo Solís a los periodistas después de la firma del decreto, durante una reunión con el Consejo de Gobierno.
"El culto a la imagen del presidente ha terminado, al menos bajo mi gobierno", dijo el miércoles a la firma del decreto.
Solís salió inesperadamente de la carrera presidencial, que se ejecuta en una plataforma que promete transparencia y eliminar gastos superfluos. Un académico de centro-izquierda que nunca habían sido elegido para un cargo antes de ser presidente, Solís, miembro del Partido Acción Ciudadana, montó una ola de sentimiento anti-gubernamental sobre el aumento de la desigualdad y los escándalos de corrupción para terminar por delante en una primera ronda de votación en febrero.
Luego pasó a ganar las elecciones en una segunda vuelta electoral en abril - el primer candidato de un tercer partido en más de medio siglo para ganar el cargo más alto en Costa Rica.
"Queremos recuperar ese sentido de la solidaridad, de la inclusión social y el compromiso con los más necesitados costarricenses que se ha perdido", dijo en abril antes de la votación.