[Colombia] La felicidad

Manuel Guzmán Hennessey, autor de estas líneas

Sorprende y alegra el crecimiento inesperado de la economía, pero el fútbol nos hace más felices. ¿En qué consiste entonces la felicidad? ¿Cuál es su relación con la economía? Un grupo de sabios que se reúne en Bután busca esta respuesta desde hace varios años. ¿Lo lograrán? Entre tanto, se espera que Colombia le gane a Uruguay mañana y con ello darles una mano a los sabios. Y también a los pensadores que convocó la editorial Tusquets, por estos días del verano europeo, para celebrar los 30 años de su colección ‘Metatemas’. El debate de esta semana enfrentó precisamente a dos figuras que vienen pensando sobre esta disyuntiva. El sociólogo Z. Bauman, quien usa la metáfora de la fluidez de la materia para explicarse el sino cambiante de nuestra modernidad, y el matemático J. Paulos, conocido por haber denunciado las falacias argumentales de los números en que algunos incurren para presentar los datos de la economía.

Pero el debate entre economía y felicidad encuentra también experimentos prácticos en Europa, orientados a explorar modelos alternativos de sociedades que nos zafen de las coyundas económicas y sus esquemas de competencia. Atisban quizás un tercer eje vincular entre la economía y la felicidad: la libertad. Uno de estos modelos es la comunidad de Christiania, en Copenhague, que conserva en su salida un rótulo que explica su filosofía: You are now entering the EU. Ocuparon unas viejas instalaciones militares en los años sesenta y decidieron vivir un poco al margen de los postulados del capitalismo salvaje, que por entonces apenas insinuaba sus enjundias. Como muchos eran hippies, fumaban marihuana en libertad y ensayaron un vínculo virtuoso entre la economía, la felicidad y la libertad, mucho antes de que el debate sobre la despenalización del consumo de las drogas suaves llegara a los foros del mundo. Otras comunidades, como la isla de Samsoe, avanzan en modelos energéticos autosostenibles que aprovechan la fuerza de los vientos. Y otros más ensayan el decrecimiento. Pero nadie la tiene fácil. Los vecinos de Samsoe se quejan por las altas subvenciones del Estado a la energía eólica, y a Christiania han entrado las mafias de las drogas para imponer sus lógicas de dominio y avaricia. Y los grandes del fútbol van perdiendo en Brasil, mientras nosotros les mostramos una nueva manera de felicidad, más humilde y sencilla. Ganaremos.

@Guzman-Hennessey