Algo más que un equipo

La teoría dice que la sinergia es una acción que genera resultados superiores (o distintos) a los que se obtendría con la simple suma de los efectos individuales. Por ella, las partes de un conjunto son mucho más cuando actúan como un todo bien estructurado y no como individualidades que ocasionalmente están juntas. Una buena forma de graficar la sinergia es señalar que por ella, 2 más 2 es igual a 5.

Las empresas –tanto económicas como sociales- suelen invocar la necesidad de generar sinergias en sus equipos, pues con ella se espera la obtención del éxito. Y ahora, en un ámbito distinto pero de gran impacto demostrativo como el fútbol, podemos encontrar algunos ejemplos que lo evidencien.

Las mejores actuaciones del Mundial han correspondido a los equipos más integrados, con acciones colectivas solventes, capaces de ejecutar un plan bien diseñado en el que las modificaciones tácticas se producían y cumplían con visible disciplina y generoso esfuerzo. Los resultados deplorables han venido de los equipos esperanzados en el talento salvador de jugadores excepcionales, dependientes casi en exclusividad de su habilidad y su inspiración.

En el mundial de fútbol se ha visto que para triunfar se necesitan once jugadores en la cancha y los que esperan en la banca, cuyo ingreso sirve para nivelar una situación o replantear un diseño táctico. Y detrás de ellos alguien decisivo: un director técnico. Es el arquitecto, el artífice, el que ensambla su propuesta estratégica y los talentos de sus jugadores en función del rival por vencer. La sinergia existe cuando todo esto funciona. Y los resultados son excepcionales (Alemania), convincentes (Holanda) y a veces sorprendentes (Costa Rica o Colombia).