La importancia del énfasis

Ha habido un énfasis especial para la educación en el tercer mensaje presidencial de la gestión gubernativa. Aunque sin las profundidades que sería maravilloso escuchar de quien conduce una nación, esta vez ocupó un lugar de preferencia y con algunas especificidades que destacar.

No se trata de novedades absolutas –en educación son muy difíciles de hallar- sino de énfasis. Los anuncios propuestos a manera de cuatro pilares fijan la importancia de los docentes, la infraestructura, los aprendizajes y la gestión.

Imposible no respaldar lo que se rectifica o enfatiza. Saber –por ejemplo- que se busca atraer al magisterio a los jóvenes con vocación para ello, es una iniciativa plausible. Como lo son el retorno al mantenimiento preventivo, la búsqueda paulatina de la jornada completa en 1,000 colegios, recuperar la educación física y el deporte, avanzar hacia la universalización del inglés, ampliar la conectividad tecnológica, incrementar la educación básica alternativa, replicar la experiencia del Colegio Mayor mediante colegios de alto rendimientos en regiones y modernizar la gestión desde el MINEDU, los gobiernos regionales, las UGEL y los centros educativos, para los que habrá concursos de directores. Todavía no se digiere la nueva ley universitaria y el anuncio de otra ley para institutos superiores incomoda a ciertos sectores, pero ese asunto no puede quedar descolgado; tanto mejor cuando se plantea un diseño y una gestión sustentadas en una alianza público-privada.

El incremento presupuestal anunciado dice encaminarse al compromiso suscrito en el Acuerdo Nacional. Faltó recordar que todo lo dicho se ajusta a los objetivos estratégicos del Proyecto Educativo Nacional, que es política de Estado desde el 2007 y cierra su primer tramo el 2021. Hacia allí vamos.