Sábado 27 de abril 2024 | Contáctenos
Con el ánimo de relanzar el Programa Colibrí que desarrolla la Policía Nacional del Perú por el bienestar de niñas, niños y adolescentes en situación de abandono o víctimas de violencia, el ministro del Interior, Daniel Urresti Elera, realizó hoy una visita de inspección a dos de los centros preventivos de la institución policial que albergan a menores, con el fin de conocer de cerca sus necesidades y disponer las mejoras urgentes.
“Todos los días tengo que darme espacio para cosas nuevas y una de las cosas que ya me habían expuesto en la oficina era el Programa Colibrí que ha ido languideciendo, y queremos relanzarlo porque consideramos que es una parte importante en la parte de prevención”, señaló el ministro.
En el Centro Preventivo de Niñas y Adolescentes de Salamanca, donde se encuentran más de 20 menores, el titular del Interior dispuso la asignación de un presupuesto especial para cubrir el costo de las raciones alimenticias que no asumen otros sectores.
Asimismo, se ampliará el presupuesto para la compra de balones de gas, reparación del sistema eléctrico, pintado del local, instalación del sistema de internet, entre otros. “Dicen que el presupuesto solo se puede dar para personal policial, pero en este caso yo no creo que haya problema”, indicó.
En el local de Salamanca donde se albergan niñas y adolescentes entre 0 a 17 años de edad, el titular del Interior dispuso el apoyo a la joven Julia Vargas Reyes (26) quien junto a su pequeña de un año fue acogida desde ayer en el lugar luego que fuera víctima de los delincuentes y la despojaran de todas sus pertenencias.
Julia llegó desde Tingo María a una agencia terrestre del centro de Lima y fue víctima de los asaltantes. El ministro Urresti autorizó el apoyo con pasajes de regreso a su ciudad y alimentación hasta su viaje, que era lo que más deseaba esta joven.
Arreglos en la infraestructura
Otro de los locales inspeccionados por el ministro del Interior fue el Centro Preventivo de Niños y Adolescentes N° 4 Zarumilla, en el distrito San Martín de Porres.
Allí dispuso el arreglo de todo el sistema eléctrico, mejoramiento de la infraestructura, colocación del sistema de internet, cable y dotación de computadoras para que se les pueda dar clases a los niños mientras se encuentren en el lugar.
El tiempo de permanencia puede varias desde una semana hasta 2 o 3 meses en tanto el Ministerio de la Mujer o la Fiscalía determinen su situación.
“Los niños mientras estén acá no deben sentir que están encarcelados, sino viviendo una especie de aventura. No hay por qué hacerlos que se victimicen o victimizarlos. Deseamos que el periodo de tiempo que estén acá sea agradable”, expresó.
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