La confianza no es un número

María del Pilar Tello, autora de estas líneas

Después de dos intentos se aprobó la confianza al gabinete presidido por Ana Jara, con 55 votos a favor, 54 en contra y 9 abstenciones. Lo lograron con el voto dirimente de la presidenta del Congreso, Ana María Solórzano, pues habían quedado igualados, en 54, incluyendo los que se otorgaron a sí mismos dos congresistas ministros que éticamente debieron abstenerse. Pasaron raspando como diría cualquier escolar avispado pero en realidad no pasaron, se dieron la confianza numérica forzando la figura pero fueron desaprobados y debilitados. La opción del gobierno fue imponerse aunque fuera con un artilugio. Porque la confianza no es un número, se construye a través del tiempo, con cuidado y con respeto, no se impone ni se improvisa. La confianza política surge del convencimiento y es lo que está faltando al gobierno, habilidad de persuadir. Sus más recientes acciones han disminuido la aprobación del Ejecutivo como haber desatendido la huelga médica por más de cien días o haber mantenido a ministros que se han ganado a pulso la desconfianza.

Es la segunda vez que el Ejecutivo opta por un gabinete debilitado, Cornejo también pasó raspando cuando el gobierno pudo aprovechar la oportunidad para refrescar un equipo que duró muy poco. Un nuevo equipo ministerial hubiera vuelto al Parlamento y el voto de confianza se hubiera dado con mayor firmeza, convencimiento y estabilidad. No sucedió.

La peor consecuencia de esta confianza frágil y casi postiza sería que el humalismo crea que han ganado una batalla y se mantengan sin vocación para conversar y negociar con la oposición. Ojalá la lección fuera asimilada con realismo y madurez para que dejen la soberbia y comiencen por remover al ministro Mayorga cuya actividad como lobbysta debería dar paso a una honesta propuesta de regulación para una mayor transparencia, para que los lobbys no sean siempre sospechosos de corrupción.

La oposición no ha entregado ninguna rama de olivo ni dado el voto de investidura, si bien la censura no se ha producido la victoria, si así puede llamarse, ha sido pírrica. La habilidad de Jara como operadora deberá manifestarse en una pronta recomposición de su gabinete y en entender el mensaje, o dialogan y convencen o la desconfianza crecerá hasta la deslegitimación y la inestabilidad, algo que nadie quiere. Muy buena señal volver voluntarios los aportes de los independientes a las AFPs. Muy mala señal la inflexibilidad del MINSA para atender los reclamos de los médicos. En la escuela, en la vida y en la política no siempre se puede pasar raspando. Lo saben hasta los estudiantes más desatentos.