Viernes 26 de julio 2024 | Contáctenos
Dilma Rousseff, de creerle a las dos últimas encuestas, abordará la segunda vuelta de la elección presidencial que se llevará a cabo este domingo 26 de octubre como favorita. La líder del Partido de los Trabajadores (PT), al parecer, ha logrado distanciarse de su oponente del centro derecha Aecio Neves, candidato del Partido Social-Demócrata Brasileño (PSDB).
De acuerdo a la encuesta llevada a cabo por Datafolha, candidata a su propia sucesión, Dilma Roussseff se impondría con un 6 por ciento de diferencia, pues se haría con un 53 por ciento, mientras que su rival tendría que contentarse con tan solo 47 de cada 100 votos emitidos por los electores brasileños. Ibope es más categórico, pues su sondeo le otorga 8 puntos porcentuales de diferencia: 54% contra 46%.
De acertar las encuestas, el domingo, los más pobres del Brasil y las regiones más pobres de la federación, en reconocimiento de sus programas sociales, deberían escoger a la candidata de la izquierda, a quien sus rivales categorizan como la candidata de la “continuidad”; mientras que las clases más pudientes, deseosas de terminar con la supremacía del PT y dar cuenta de la candidatura de Dilma Rousseff, a quien responsabilizan de la desaceleración del crecimiento, escogerán a quien consideran el candidato del “cambio”.
Según los analistas, el “gran elector” será la clase media emergente del sud-este industrializado que en el curso del mes de junio manifestó denunciando la corrupción y la pobre calidad de los servicios públicos. Entre la mayoría de los electores que pertenecen a este estrato están quienes reconocen las conquistas logradas durante los años Lula, pero que al mismo tiempo están insatisfechos con la gestión del actual gobierno. Pero es en el seno de ese electorado que Dilma Rousseff ha ganado más puntos durante los últimos días.
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