César Gutiérrez, autor de estas líneas
Desde el inicio de su gestión, Eleodoro Mayorga, titular de la cartera de Energía y Minas, se ha convertido en el ministro preferido para practicar el “bullying” político. Razones ha dado, su labor profesional previa a ocupar el cargo, donde ha realizado consultoría a casi todas las empresas del sector, son y serán materia de suspicacias.
Dentro de todos los “affaires” en los que se ha visto involucrado, en el mes de diciembre se está poniendo en tela de juicio su actuación en dos temas: el gasoducto sur peruano (GSP) cuya buena pro se otorgó al consorcio Odebrecht-Enagas, en junio pasado y en la concesión de la pequeña hidroeléctrica (16 Megavatios) de Yarucaya, a cargo de Huaura Power Group SA (HPGSA), empresa de propiedad de la financiera CFI. La campaña mediática desatada tiene como fin el amedrentamiento del ministro Mayorga y del Poder Judicial.
En el caso del GSP, hay una crítica con utilización sesgada de la información que tiene como objetivos: buscar la anulación del derecho ganado, vía un proceso judicial; que no se utilicen las reservas de gas natural del lote 88 (Camisea) e impedir con supuestas políticas de libre mercado, la venta del etano y por tanto la posibilidad de construir una petroquímica de etileno y polietileno; ante el interés mostrado de hasta por dos importantes empresas internacionales del sector.
Sobre la concesión de Yarucaya, hay tres temas en discusión: supuestos favoritismos en permitir incumplimientos en plazos; la no declaratoria de nulidad de la concesión, ante una decisión del Tribunal de Solución de Controversias de la Autoridad Nacional del Agua, sobre el Derecho de Uso de Aguas y la demostración cuantitativa de ser el proyecto que garantiza el máximo aprovechamiento hídrico, que es lo que exige la ley. La espada de Damocles que tiene el ministro es el descrédito ante los inversores, pues fue su cartera la que organizó una subasta en la que HPGSA ganó y confió que de cumplir los requisitos, firmado el contrato con el estado y afianzado sus compromisos, no tendría dificultades en la obtención de la concesión.
Ministro, actúe en consonancia con los elementos técnicos y legales y mantenga firme su posición. De ser así, más de un respaldo merecido tendrá.