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Viernes 26 de diciembre 2014

Respuesta a falacias utilizadas para criticar Gasoducto Sur Peruano

Por: César Gutiérrez
Respuesta a falacias utilizadas para criticar Gasoducto Sur Peruano
Foto: Difusión

 

En los dos últimos meses del año del 2014 se ha realizado un despliegue mediático intenso, muy crítico, respecto al proyecto del gasoducto sur peruano (GSP). Es claro que lo que se pretende es enturbiar hasta detener no solo su construcción, sino cerrar la posibilidad de inversión privada en el desarrollo de una planta petroquímica de los derivados del etano (uno de los componentes del gas natural).

Es importante poner al descubierto los argumentos supuestamente técnicos con los cuales se critica. Siendo un tema de alta complejidad para el entendimiento del ciudadano medio, la mejor manera de llegar a la verdad, es explicar de una manera sencilla pero rigurosa, haciendo referencia a cifras y documentos que tienen carácter oficial y que nadie en sus cabales se atrevería refutar, porque corresponden a contratos elevados a registros públicos y cifras de comportamiento futuro del mercado energético, que los entes privados del sector financiero reconocen como válidos, siendo el más reciente un pronunciamiento de Interbank sobre las expectativas de crecimiento del mercado de electricidad.

Los temas centrales de la crítica comprenden tres puntos:

1. Comparar el contrato firmado en julio de este año, entre el consorcio Odebrecht-Enagas con el estado peruano con el que firmó la empresa Kuntur Transportadora de Gas SAC (Kuntur) en octubre del 2008, con el estado, en ese momento bajo la administración de Alan García.

2. La supuesta descalificación injusta del competidor de Odebrecht-Enagas, que fue el consorcio formado por las importantes empresas: Sempra (USA), Techint (Argentina), TGI (estado de Colombia) y GDF Suez (estado de Francia).

3. La demagógica defensa del consumidor eléctrico que deberá hacer un pago transitorio para financiar el ducto, tal como se hizo en el caso del gasoducto Camisea-Lima.


LA COMPARACIÓN DE CONTRATOS KUNTUR Y ODEBRECHT-ENAGAS.

En este punto se hace mal uso de la información de una manera escandalosa, la versión oficial del contrato corresponde a un testimonio elevado a escritura pública, por la Notaría Hidalgo, siendo el tema de fondo la comparación sobre las capacidades de los ductos de antes y ahora. La información correspondiente aparece en los folios 001136 y 01135, que corresponde a la página 36 de 53, del documento citado; allí se dice claramente lo siguiente sobre ruta y capacidades:

(a) Desde el punto de recepción (Malvinas-Camisea) hasta la progresiva designada como kp 725 (kilómetro 725 del ducto), que corresponde a la Pampa de Huagri, en la provincia de Islay en la región Arequipa; se tenderá un ducto de 26 “(pulgadas) de diámetro.

(b) Desde Huagri a Matarani (provincia de Islay) se tenderá ducto de una longitud de 42 Km y 16 “de diámetro.

(c) Desde Huagri a Ilo (región Moquegua) se tenderá un ducto de 167 Km y de 18” de diámetro.

(d) Los ductos a Cusco y Juliaca tendrán las siguientes características: una longitud de 12 Km y 6” al Cusco y una longitud de 139 Km y 8” a Juliaca.

Esto es completamente diferente al compromiso de Odebrecht-Enagas en el GSP, es el siguiente:
(a) Desde el punto de recepción (Malvinas-Camisea) hasta la ciudad de Mollendo (región Islay región Arequipa) será un ducto de 32 “.

(b) Desde Mollendo hasta Ilo será un ducto de 24”

(c) La derivaciones a Urcos y Quillabamba tendrán diámetros de 14”

Es más que obvio que a mayor diámetro mayor costo y podemos discutir ampliamente al respecto, incluyendo el tema de longitudes.

Pero en la comparación no solo se habla de diámetros, sino de costos. Donde el mal uso de las cifras merece todo el rechazo. Kuntur al inicio de su contrato de concesión ya referido hasta el contrato de inversión firmado con el estado, que corresponde al 27 de enero del 2010, manifestó que la inversión en el gasoducto sería de 1,330 millones de dólares (MM US $), para luego ir cambiando progresivamente hasta 5,000 MM US $ en diciembre del 2011, tal como consta en la Memoria 2011 de Cofide, en la página 5: Carta del Presidente, que en ese entonces era el señor Daniel Alfonso Zárate Rivas. Pronunciamiento pertinente y oficial pues Cofide había sido nombrado estructurador financiero del proyecto, tal como se menciona en la misma página aludida de la Memoria.

Si tomamos en cuenta un índice de reajuste internacional de precios, ya usado en el sector gubernamental como peruano, como el WPSSOP3500, que corresponde a:”Finished good less food and energy”, de los “producer price index” (PPI), que ha variado anualmente en 3% aproximadamente; tendríamos que a fines del 2014, que los 5,000 MM US $ que se refería el presidente de Cofide representarían 5,462 MM US $ cifra muy superior al costo de construcción ofrecido por Odebrecht-Enagas.

Se pretende engañar a la opinión pública diciendo que la cifra que se anunció en el cierre de la licitación de junio pasado, que fue de 7,328 MM US $, es lo que cuesta la construcción. Las bases decían claramente que esa cifra se llamaba costo del servicio y que correspondía al valor actual de la inversión en la construcción y de la operación y mantenimiento (COM), evaluado en un horizonte de 30 años. En una ecuación de esta naturaleza, con la tasa de descuento utilizada en el estado peruano, que es 12% anual y teniendo en cuenta que en un gasoducto como el que nos referimos y los COM representan anualmente el 7% de la inversión en construcción; se concluye que construir el ducto costará 4,690 MM US $ es decir que el monto de Kuntur expresado en valores de diciembre del 2014 que asciende a 5, 462 MM US $, hubiera resultado 16% más costoso y como agravante los diámetros eran menores ( Los puntos de respuesta a los cuestionamientos enumerado como 2 y 3, los explicaré en detalle en una próxima entrega)

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