Presidente Humala exige a los alcaldes que prioricen los proyectos más urgentes

César Sánchez Olivencia, autor de estas líneas

La historia se repite cada año en todo el país. La inversión pública alcanza mejores índices en montos de inversión, pero no se cumplen con los objetivos de solucionar las necesidades básicas insatisfechas de la población. Se valoran los montos pero no los resultados ¿Por qué no se corrige esta crisis de objetivos en los proyectos de inversión pública?

El problema es más grave en muchos gobiernos locales, cuyas autoridades conducen un lucrativo “sistema nacional de corrupción”, que envician los proyectos de inversión pública. Estas autoridades ganan más por concepto de colusión desleal que por su sueldo en planilla. La formulación de proyectos y los expedientes técnicos se han convertido en un negociado. Por eso la construcción de “Monumentos al Perro Muerto” está de moda.

La situación se mantiene a pesar que el artículo 384° del Código Penal Peruano tipifica el llamado delito de colusión desleal como un delito contra la Administración Pública cometido por aquel funcionario público que “(…) en los contratos, suministros, licitaciones, concurso de precios, subastas o cualquier otra operación semejante (…) Una de las causas es que esta norma tiene vacíos y deficiencias que el Congreso aún no corrige.

El tema se ha puesto en el tapete porque el presidente Humala demandó a los 170 alcaldes provinciales del país que usen con eficiencia y no con fines políticos el dinero del canon que reciben para la ejecución de obras. “Muchas veces el gobierno regional y el alcalde provincial politizan y reparten el canon para hacer elefantes blancos, obras mal planteadas que no obedecen a las necesidades”, señaló.

Puso como un mal ejemplo la construcción de un local municipal y una cancha de fútbol por varios millones en el distrito de Condoroma, provincia cusqueña de Espinar, cuando la población no cuenta con servicios de agua y desagüe. Sostuvo el jefe de Estado que en las gestiones de las nuevas autoridades “debe imponerse la calidad de la inversión; es decir, saber en qué se invierte la plata que se recibe”.

Vale recordar que antes de asumir la Presidencia de la República en junio de 2011, Humala criticó duramente "las obras grandazas" que hay en algunos lugares y solicitó a las autoridades del interior del país "que luchen contra la corrupción". Entonces advirtió a los alcaldes "ya estamos cansados de monumentos grandazos, como estatuas de la libertad en la plaza de armas o jacuzzis. No permitan que alguien se tire la plata", dijo.

A pesar de las buenas intenciones del gobierno, la situación se ha agravado por la aprobación de proyectos de inversión pública del SNIP, sin contar con el seguimiento, monitoreo evaluación que debería realizar el CEPLAN, cuyas funciones han sido absorbidas por el ministerio de Economía. El Estado no ha sabido adoptar las medidas adecuadas para solucionar el problema. La descentralización no debe confundirse con desnaturalización. Los discursos no son suficientes.

(*) Miembro de la Red Peruana de Divulgadores Científicos