Fuerzas armadas y su rol

Las Fuerzas Armadas constituidas por el Ejército, la Marina de Guerra, y la Fuerza Aérea, tienen como finalidad constitucional primordial garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la República.
Al haber la Corte Internacional con sede en La Haya, emitido sentencia respecto al diferendo sobre límite marítimo entre Chile y Perú, y al haber declarado ambos países que cumplirán con su mandato, muchas personas consideran que el rol principal de nuestras Fuerzas Armadas ha perdido valor y por ello no hay que seguir invirtiendo en ellas.

Craso error, nuestras Fuerzas Armadas son indispensables, y por más que tengamos tratados limítrofes con todos nuestros vecinos, laudos arbitrales y ahora hasta pronunciamiento de la Corte Internacional, ello no garantiza la paz. Recordemos Historia, acaso con Ecuador no teníamos establecida la frontera y con la garantía de cuatro respetables países, pero sin embargo tuvimos posteriores conflictos como los de Paquisha y el Cenepa. Con Chile sucedió lo propio e incluso hoy en día propugna supuesta soberanía sobre triángulo terrestre que pertenece al Perú.

Con la creación de las Naciones Unidas y con la de Organismos regionales, se estimó que ya no habría conflictos y que si hubiera diferendos serían resueltos con mecanismos de solución pacífica de controversias. La verdad, lindo en el papel, pero carente de realidad, para prueba demos una ojeada al mundo y veremos confrontaciones bélicas por doquier, incluso algunas con connotaciones religiosas.

Sin ánimo belicista, necesitamos contar con Fuerzas Armadas con capacidad disuasiva, que estén adecuadamente armadas, no para generar enfrentamientos, sino para evitarlos. La sola existencia de Fuerzas Armadas debidamente entrenadas y con armamento suficiente, que no implique carrera armamentista, ayudará al respeto internacional y será un elemento a considerar por el país que pretendiera equivocadamente agredir.

Adicionalmente al rol tradicional de las Fuerzas Armadas, hay que agregarle el de ayudar al desarrollo nacional, propiciar fronteras vivas, colaborar con llevar la modernidad a zonas alejadas de nuestra Amazonía, brindar servicios de educación y salud a las poblaciones de las zonas a las que nos referimos.

Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, están organizadas para llevar ayuda rápida, sostenida y oportuna a las poblaciones afectadas por las inclemencias y los desastres naturales, más cuando estamos en zona de vulnerabilidad sísmica.

Adicionalmente, prestan su concurso para enfrentar los remanentes de la actividad terrorista, evitando que ella haga metástasis en todo el país, y que por su relación con el narcotráfico, conviertan en un infierno a nuestra patria.

El Estado está obligado a brindar a las Fuerzas Armadas los recursos y logística, para tener los vehículos terrestres que requieran las emergencias por desastres, así como las naves que lleven ayuda a las localidades costeñas afectadas por siniestros de la naturaleza, y las aeronaves de todo tipo que lleguen prontas con materiales, alimentos y abrigo a cualquier parte de nuestro territorio.

Pero hay algo más importante que el material logístico, esto es el capital humano, debiéndose dar bienestar a las Fuerzas Armadas y Policiales, además de remuneraciones y pensiones dignas, pero sin olvidar que requieren la protección del Estado ante intentos de afectarlos con procedimientos judiciales interminables por el solo hecho de defender del terrorismo a todos los peruanos.

(*) LA RAZÓN.- Lima, 01 de Febrero de 2015