Mincetur a la deriva

En el 2011 la exportación peruana registró US$ 46,268 millones, con un superávit comercial de US$ 9,301 millones. Gran faena. En el 2013, los despachos bajaron - 10% y, a fines del 2014, hubo otro frenazo de - 11%, lo cual se tradujo en un déficit comercial de US$ - 3,010 millones. Es decir, durante los dos últimos años se experimentó una reducción de - 20% y la balanza comercial se tiño de rojo. Perú ha ingresado al túnel del tiempo pues el monto vendido en el 2014 se ha encogido al nivel del 2010. El futuro trae nubarrones. En Agosto 2014, el MEF pronosticó que en los años 2015 y 2016 la balanza comercial seguiría con cifras negativas.

Cómo es posible tal desinfle exportador si disfrutamos un mercado ampliado de 4,000 millones de potenciales compradores; hay 8,000 exportadores en movimiento, de todo tamaño y especialidad; casi 30 Oficinas Comerciales trabajan en el exterior promoviendo ventas, ferias y demás hierbas intentando captar mercados, nichos y consumidores; disponemos de una Cancillería con cientos de calificados funcionarios repartidos en todo el mundo; Promperú realiza promoción exportadora de world class; tenemos vigente una veintena de Tratados de Libre Comercio, con cero arancel para ingresar productos “Made in Peru” y nos gastamos una lindura de marca-país que, según dijo un ministro vidente años atrás, elevaría la exportación 20% cada año.

Tales son los frustrantes resultados de la gestión de la ministra Silva durante el dúo fatídico 2013- 2014. Dicha funcionaria es forastera en el ámbito exportador. Registra muchos años como burócrata del BCR, analizando estadísticas. Pero es ayuna en comercio exterior y turismo. Su nombramiento es prueba contundente que en Perú la meritocracia es, todavía, tan apreciada como una resaca. Sin ningún entusiasmo de la comunidad exportadora, Silva fue designada ministra de comercio exterior, comenzando su opaco mandato en Julio 2013, justo cuando las cotizaciones de minerales caían en barrena, China aplicaba el freno de mano en su PBI, Europa tropezaba y EE.UU. se hallaba en el hoyo. Mincetur necesitaba un master. Le dieron una amateur. Silva debe volver a casa con su mochila full mediocridad.

ADEX advierte que en el 2015 la demanda global permanecerá en pause. Urge poner al frente de Mincetur a un as con miles de kilómetros de exitoso recorrido, que conozca prospectiva de mercados, se lleve suave y coordine con los gremios y, lo principal, ejerza potente liderazgo. Algunas tareas a cumplir serían: intensificar aprovechamiento de los TLCs; enganchar pymes en las cadenas globales de valor; dotar de estrategia a Promperú y las OCEX, convocando a Cancillería; fomentar el emprendimiento y start ups. Es curioso que el presidente Humala conserve a Silva como ministra, pese que ella le está arruinando su memoria presidencial cuando hable de exportaciones. Si miles de trabajadores del ramo exportador han perdido su trabajo, es lógico que la responsable de tal debacle también pierda el suyo. Fair play que le llaman.

(*) 27 Enero del 2015