Perniciosa suspicacia permanente sobre ministro de energía

Desde su ingreso hace casi un año como titular de la cartera de energía y minas, don Eleodoro Mayorga, ha sido objeto de suspicacia. Razones para ello ha habido; a los pocos días de estrenarse como ministro de estado, se alineaba en discurso sobre temas ambientales con la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, cuando aún el gobierno tenía en discusión interna su posición sobre el particular, desatino mayúsculo, más aún cuando el gremio empresarial aludido había sido cliente de la consultora en la cual laboraba antes de ser capitoste del sector. Luego vendría el affaire Interoil, donde el estado peruano, luego de ganar un arbitraje internacional, abdicó a sus derechos a favor de la empresa con la que tenía diferencias y en el mismo sentido de las aspiraciones de ella; inexplicable, por más que con una serie de galimatías se trató de justificar.

Luego de los dos hechos reseñados, era más que evidente que el ministro Mayorga, iba a ser visto permanentemente con suspicacia. Ocurrió en el otorgamiento de la buena pro del sistema de transporte de gas natural al sur, ganado legítimamente y donde la decisión correspondió a la agencia Proinversión y no al Ministerio de Energía y Minas, pero igual, como era un tema del sector se pretendió ver sesgo y al ministro como gestor de él. Y recientemente en el proceso de otorgamiento de la concesión de distribución de gas natural en la región Piura, donde luego de tener un ganador, pero con reclamo del perdedor, don Eleodoro Mayorga, oficia de facilitador de entendimiento entre las partes, para luego anular el proceso y convocarlo nuevamente, aduciendo falla en las bases del concurso. Nuevo trajín mediático con crítica acentuada sobre él y sus funcionarios.

El efecto final es que la desconfianza inversora en energía y minas, está corriendo aceleradamente. Sabido es que la pareja Heredia-Humala tiene afectos por el ministro, habiendo recibido expresiones públicas de respaldo en los peores momentos y que difícilmente lo removerá a pesar de los deseos de la Premier Ana Jara. Como la política está hecha de realidades y no de deseos, solo nos queda recomendarle que no incurra en ningún yerro más, por el bien del país y de su futuro luego que este gobierno culmine.