Alonso Segura, la piñata del gabinete Cateriano

Trajinado resultó el fin de semana pasado al Ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura. La noticia que le pidan la renuncia corrió aceleradamente por los medio periodísticos, dado que había la versión, no desmentida, que el Premier Pedro Cateriano no lo quería. Si bien es cierto el día domingo el propio Primer Ministro expresó su confianza en el tambaleante titular de la cartera del jirón y éste salió a desmentir su posible renuncia, una crisis se había generado indudablemente. ¿De quién era la mano que había mecido la cuna de zarandeo mediático?, ¿por qué? y ¿para qué?

Es más que evidente que fue el propio despacho de Cateriano el que se encargó de filtrar la primicia a un periodista amigo, a partir de lo cual se generó el revuelo. El momento de ocurrencia coincidió con el fracaso de la incursión del Premier en Arequipa forzando el avance del proyecto de Tía María, para lo que exigió mano dura a las autoridades para los “terroristas antimineros”, según la definición de la mexicana Southern Perú. Se efectuaron detenciones policiales para que derivaran en prisiones preventivas contra la dirigencia. La policía la maneja la cartera del interior del gobierno de turno, pero fracasó en el Poder Judicial, donde se ordenó libertad a los detenidos. Los ánimos se han exacerbado, escalando del distrito, a la provincia y a la región; todo indica que se perfila un “Arequipazo”, como el vivido por Alejandro Toledo en el año 2002.

Cateriano, que no es nuevo en política, ya tiene un “millaje” recorrido de 25 años; debe tener clarísimo que la oposición antiminera es cosa seria, ya ha mandado a sus casas a dos antecesores suyos y un Ministro de Energía y Minas. Así que él no puede seguir el mismo camino, sería deshonroso para su hoja de vida y a la vez quedaría muy mal con sus amigos los empresarios, ante los cuales siempre deberá aparecer como el enérgico aliado batallador. Para cumplir ese difícil rol de mantenerse en el alambre de equilibrio a decenas pies de altura, sin red de protección alguna, necesita “chivos expiatorios” y Alonso Segura, cumple el perfil, más aún cuando la economía se le está escapando de las manos. Que no resulte extraño que próximamente veamos nuevas puestas en escena del mismo tema.