Si echamos un vistazo al mundo actual, veremos que cada vez más aplicaciones se publican y se trasladan a nubes. La tasa de crecimiento de las aplicaciones nativas de la nube alcanzó los dos dígitos. Desafortunadamente, aún existen conceptos erróneos sobre cloud computing.
El más importante es que todas las nubes son iguales. También existe la idea de que se ahorra dinero al estar en una nube pública (una experiencia dolorosa si se deben mover los datos y se descubre que la infraestructura y los servicios de la nube pública lo tienen atrapado). Otra ilusión es que los datos están seguros automáticamente y no es necesario preocuparse por políticas de backup o retención porque “una vez que está ahí, siempre va a estar ahí”.
Imagino un futuro en el que EMC y nuestros clientes puedan implementar y administrar todas las aplicaciones y los servicios de TI en cualquier conjunto de infraestructura como servicio (IaaS) de manera fácil y consistente, y con la confianza de que cumple con todos nuestros objetivos del negocio.
Incluso, tengo una lista de requisitos sobre cómo podemos lograrlo.
En primer lugar, existe una paradoja: la infraestructura de nube elástica quiere ser efímera, pero la información que reside en dicha infraestructura debe ser permanente. ¿Por qué no permitir la implementación de almacenamientos de datos permanentes en infraestructura efímera y proporcionar (micro)servicios de valor agregado? ¿Y si implementáramos estos servicios de datos como software? Creo que los clientes de la nube dormirían más tranquilos de noche.
Por otra parte, ¿qué sucedería si tuviéramos un mercado abierto a la industria para los microservicios y el software de plataforma como servicio (PaaS)? En la actualidad, los registros de servicios y mercados están fragmentados y aislados. Cuando voy a hacer las compras, me gusta ver el chocolate al lado de la mantequilla de maní. Pero si también veo malvaviscos y galletas, podría hacer mucho más con todos esos ingredientes. Contar con una opción en la que cualquier proveedor de software independiente pueda publicar en un mercado compartido tendría beneficios exponenciales para todos. Además, ¿qué sucedería si ese mercado incluyera no solo PaaS, sino también IaaS?
Quizás, el punto más importante de mi lista de requisitos sea preguntarme si las comunidades Cloud Foundry y OpenStack podrían funcionar mejor juntas. Estas comunidades de software de código abierto son los pesos pesados de la industria: OpenStack en el nivel de IaaS y Cloud Foundry en el nivel de PaaS. ¿Qué sucedería si trabajáramos juntos para proporcionar un catálogo de servicios que se desempeñara mejor en la colocación de cargas de trabajo de aplicaciones? En otras palabras, llevar la aplicación adecuada a la nube adecuada, en el momento adecuado.
Estas son tan solo algunas de las preguntas que la industria debe abordar. Si se hace correctamente, estoy convencido de que podemos cambiar el mundo de TI.
Para ayudar, EMC abrirá un Cloud Foundry Dojo en Cambridge, Massachusetts, durante el verano (boreal) de 2015 para capacitar a desarrolladores sobre la programación emparejada y el desarrollo impulsado por pruebas.
Responder estas preguntas no será sencillo, pero es un momento interesante para nuestra industria, y puede que logremos que nuestros deseos se vuelvan realidad.
(*)Presidente de Administración y Coordinación de la Nube EMC