Pasemos de la acusación a la proposición

El señalamiento acusador ha tomado por asalto la agenda mediática hace bastante tiempo, el “humalismo” ha sido uno de los principales promotores, desde la llamada “megacomisión” formada en el Congreso, que buscaba indubitablemente la inhabilitación del ex presidente Alan García. Pero los vientos que sembró en tempestades en contra se convirtió; a lo que se han sumado los hechos que vienen ocurriendo en Brasil con las principales empresas contratistas, cuyos capitostes han sido sindicados como autores de delito por un juez aspirante a ser el Garzón latinoamericano, y que dada la presencia de sus sucursales en Perú, retroalimenta el cotarro periodístico.

Para vender ejemplares y generar audiencia la acusación es una buena herramienta, pero para solucionar los problemas de la vida cotidiana de los ciudadanos y marcarles un derrotero positivo para el largo plazo, no sirve un ápice. Demasiados problemas en la política y la economía nos está dejando el gobierno Heredia-Humala, que amerita estar atentos y poder ejercer presión para que no se vayan a convertir en males endémicos y en ello los medios de comunicación tienen un rol. Dejemos que la justicia hago su trabajo en lugar de pretender de hacerle el trabajo a ella a punta de primeras planas.

Los temas prioritarios de hoy están en: la inseguridad ciudadana, la desconfianza que retrae la inversión, la concertación de precios y el rechazo de grupos organizados a las industrias extractivas.Necesitamos escuchar propuestas para superar estos serios problemas. En el medio local los opinadores de siempre no nos dan ningún derrotero, salvo generalidades u opiniones sesgadas que tratan de escamotear infructuosamente los intereses de terceros. Busquemos hechos y opiniones de otras latitudes donde los caminos tomados hayan sido exitosos y hagamos difusión. Luego exijamos a la clase política la toma de decisiones legislativas, normativas y operativas que correspondan.

En los cuatro temas señalados la agenda es prolífica y las soluciones no tan sencillas de implementar, por lo que la celeridad es una necesidad. Por más imbricado que pueda ser el tratamiento, el arte estará en hacer docencia rigurosa, entretenida y no aburrida. Tomemos el reto, lo necesitamos con urgencia.