Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
La firma de contratos, luego de culminados los procesos de competencia, de dos megaproyectos otorgados por el gobierno de la pareja presidencial: Heredia-Humala: línea 2 del Metro de Lima Metropolitana y sistema de seguridad transporte-gasoducto sur peruano; ha sido materia de fustigación de parte de los potenciales candidatos para disputar la Presidencia de la República en el 2016: Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczysnki y Alan García. Crítica dura a dos obras con costo de servicio, entendido como inversión en construcción más valor actual a la puesta en operación comercial, de los costos de operación y mantenimiento en el horizonte de la concesión; que suman cerca de 15,000 millones de dólares.
¿Los críticos de hoy, en el ejercicio del poder paralizarán las obras, dado que sus observaciones son de carácter ético? Para un pronóstico de respuesta es necesario saber que hay tres modalidades para truncar un emprendimiento: la principista, la conspirativa y la voluntarista.
La principista; que estoy seguro que ninguno de los aludidos utilizará, pues sus críticas altisonantes han sido para la tribuna o para dar señales a los actores en disputa; significaría la ruptura del contrato firmado, lo que conduciría a una demanda inevitable ante un Tribunal Arbitral del Ciadi, más el embate de la prensa internacional. Nadie querrá correrse el riesgo.
La modalidad conspirativa, requiere conocimiento del contrato para ubicar puntos sensibles donde el concesionario requerirá apoyo gubernamental para no paralizar obras. A esto debe sumarse una estrategia que bien podríamos llamarla “la maratón inacabable del hamster”, es decir generar la sensación de correr, pero sabiendo que no se va avanzar. Requiere “maquievelismo docto”, lo descarto, aún no da la talla de los equipos técnicos necesarios.
Finalmente, lo que si estoy seguro que se va practicar es el voluntarismo, ganas de hacer pero sin la fuerza necesaria para lograrlo. En la línea 2 del metro, los inevitables adicionales serán el cuello de botella y en el transporte de gas natural, el suministro de éste por parte de los operadores, que no quieren hacerlo, será problema mayúsculo, pues saldrá a la luz el estado timorato que no puede doblegar a consorcios privados.
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