No está en la agenda

Poco a poco el tema de la descentralización ha ido desapareciendo de la agenda nacional.

Aunque para algunos observadores muy bien informados sería injusto analizar “solo lo actuado en este gobierno”, por lo menos sería útil saber cuál fue su aporte al proceso. Porque en la larga suma de las inoperancias del régimen que termina, una de las más clamorosas ha sido su total desinterés por hacer esfuerzos que ayuden a prestigiar la descentralización y, como consecuencia indispensable, pergeñar la regionalización. Salvo que de facto se haya decidido derogar todo el Capítulo XIV de la constitución.

No se ha tomado ninguna decisión importante a este respecto. Tal vez alguna casi clandestina. Si la tarea de coordinación y cooperación con los GGRR no ha funcionado no será por falta de mecanismos, sino por el desinterés de la PCM. Del Consejo de Coordinación Intergubernamental nada se dice o hace que evidencie interés por parte del gobierno nacional. Tampoco de la descentralización fiscal. Ni sobre las Juntas de Coordinación Interregional o las “regiones piloto”. Menos aún sobre la conformación de regiones. El CEPLAN del gobierno anterior dejó interesantes propuestas de las que nadie quiere hablar.

Para desacreditar procesos tan importantes como la descentralización y la regionalización parece útil dejar que se hundan en el desacierto y el desinterés. Entonces se reducirá al simplismo de que cuando hay tan malos gobernadores regionales (que fueron presidentes y hay varios presos o perseguidos) es porque la descentralización es mala. Listo. Y que siga el despelote.