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Chicago noviembre 2015. Desde hace décadas, vivimos en medio de una contienda política y cultural, muchas veces desapercibida aunque progresivamente activa, entre, por un lado, nuestros cuasi-criollos y criollos que desde hace mucho tiempo atrás habitaban y gobernaban el Perú desde nuestras ciudades tradicionales, ciudades tales como Lima, Arequipa y Trujillo, en las que con el transcurrir del tiempo resulta que somos ahora una minoría. Y, por otro lado, nuestros mestizos-informales- urbanizados, los mismos que desde los andes y por razones de justicia, supervivencia y mejoría hemos migrado a la Costa y a la Selva y somos ahora mayoría en esas ciudades, siendo la ciudad de Lima y sus alrededores, la ciudad bandera.
Dos hechos singulares, entre muchos otros más, reflejan esta contienda, y que los menciono a manera de ejemplo, porque ilustra bien y de manera sencilla, lo antes expresado.
En primer lugar, recuerdo que en un interesante artículo de Iván Arenas, publicado por El Montonero, hace no mucho tiempo, sobre los graves hechos acaecidos como resultado del conflicto social ente los agricultores del Valle Tambo y el proyecto minero Tía María, el periodista Arenas entrevista en el propio lugar de los hechos a uno de los representantes de los enojados y violentos agricultores y le pregunta el por qué no actuaban los agricultores de la misma manera contra los mineros informales, que tanto daño hacen al agua y a la tierra nuestra. Ah, inmediatamente le contesto el rebelde agricultor, lo digo de memoria, “porque esos mineros son de los nuestros”.
En segundo lugar, recuerdo la conversación de ayer con un hermano mío, en la que, entre otras cosas, me narró que acababa de ser testigo presencial de un hecho singular para él. Me contó cómo un cobrador del autobús en el que él viajaba, no le quería aceptar a una jóven estudiante de la PUCP su derecho a pagar el pasaje universitario, a pesar de tener el requisito necesario en mano para ejercer este derecho suyo. El rechazo a gritos y argumentos inentendibles del cobrador enojó a la joven universitaria y luego de un intercambio de palabras, ella fue obligada a bajarse del autobús, casi a empellones, no sin antes sacar, la joven, de su bolso, su teléfono y grabar en video al escenario de la discusión, al cobrador y las placas de autobús, con fines de denuncia.
Todo esta contienda, a la que me refiero en el primer párrafo y más, y que se reflejan en los dos hechos que acabo de describir, lo entendió, desde sus inicios, nuestro destacado antropólogo y estudioso del Perú, José Mattos Mar, y otros que como él que tuvieron ojos de ver y oídos de escuchar. Y que antes de partir, nos dejara como legado nuestro recordado antropólogo, una síntesis de su pensamiento expresado de manera sencilla, en un artículo publicado por el diario El Comercio en agosto último.
Ver a este respecto: http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/desafios-pais-fragmentado-jose-matos-mar-noticia-1830216
Destaco de este artículo, dos reflexiones de Mattos Mar, la primera, cito, “En integración económica el problema es la existencia de dos Perú: uno que paga impuestos y otro que no sabe lo que eso significa; lo terrible es que el segundo país abarca a casi el 70% de la población”.
La segunda reflexión es, cito: “En integración social, el desafío es la continuidad de la distancia entre el “Perú oficial” y el “otro Perú”, que se ha ensanchado, aunque ese otro Perú, mestizo, fiel a su raigambre andina, emprendedor, emergente, sea el que constituye el sustento de una sociedad nacional en formación…. Gracias a ello, el gran protagonista de la sociedad actual es una nueva “clase media”, urbana, creciente consumidora, que para cerrar la brecha demanda el cumplimiento de las responsabilidades básicas del Estado: seguridad, salud y educación”
Toda esta contienda que existe entre nosotros, entre todo los que hemos nacido en el Perú y somos herederos de una larga y densa historia, que nos ha separado por razones obvias, requiere de un próximo presidente que gobierne con “todas las sangres”, entienda nuestras diferencias, integre nuestras demandas, logre un acuerdo a respetar en el mediano y largo plazo, y nos permita iniciar el tránsito de una “nación en formación” a otra ya formada.
De lo contrario, en medio de nuestra situación actual, de graves problemas de representación política, corrupción, inseguridad, crecimiento de la influencia del narcotráfico, bajón del crecimiento económico productivo, del consumo y la inversión pública y privada, con un significativo número de conflictos sociales latentes, y con candidatos a la presidencia sin los requisitos necesarios para gobernar en los terminos antes descrito, opino, en el peor de los escenarios que tengo en mente sobre nuestro futuro, que corremos el riesgo de perder nuestra continuidad democrática y dar con ello pretexto a un aumento grave de los conflictos sociales y el probable resurgimiento del terrorismo renovado, con toda las consecuencias que ello significa en costos humanos, materiales y de retroceso generalizado.
Pero, tengo la esperanza de que el candidato del partido del pueblo, Alan García, pueda llevar a cabo las propuestas que ha adelantado al país, en su discurso, dado desde el local deportivo Chamochumbi, en Magdalena del Mar.
Él, además de todas las propuestas que presentado y que han sido bien recibidas por el pueblo, tiene, y esto es muy importante, liderazgo reconocido, experiencia de gobierno, conocimiento geográfico y cultural del Perú, sabe y lo ha expresado muy claramente que, solo dejándonos de criticar, difamar y pelear entre nosotros, debemos gobernar unidos todos los peruanos, dando participación en el gobierno a los representantes de todos los sectores sociales, para decirlo en pocas palabras, y comenzar a cerrar la brecha entre el “Perú oficial” y el “otro Perú”, por ser de justicia, y para lograr un acuerdo de largo plazo entre los peruanos, con el fin de avanzar hacia un futuro mejor para todos y celebrar en 2021 nuestro Bicentenario Republicano, con orgullo y felicidad de saber que vamos bien, juntos, todos.
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El Dr. Gustavo Saberbein ha sido catedrático en la UNMS, fundador de uno de los primeros centros privados de investigación económica y formulación de políticas públicas en el Perú (CIEPA), consultor económico de organismos internacionales, Ministro de Economía y Finanzas del Perú y Gobernador del Banco Mundial. Asimismo, Profesor Asociado, Decano del Departamento de Administración de Negocios y Vicepresidente de la Universidad San Agustín en Chicago. Actualmente se desempeña como Consultor Económico y Conferencista en EE.UU.
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