¿Cuáles son las propuestas para industrias extractivas?

Terminada la avalancha de candidaturas presidenciales, hay no menos de 15 aspirantes en carrera; vendrá ahora el despliegue publicitario, el cruce de acusaciones y los actos públicos para impactar positivamente en el elector. En el Perú el voto se ha convertido en un acto puramente emotivo, los planes de gobierno son un conjunto de generalidades, las que son repetidas con circunspección por los candidatos. Corresponde a los que seguimos por nuestra actividad profesional el comportamiento en detalle de los sectores económicos, exigir precisiones, en mi caso en las industrias extractivas: minería y energía.

Para las mencionadas el principal cuello de botella para el desarrollo de sus inversiones es la licencia social, que se obtiene con la aprobación de la consulta previa (CP) y el estudio de impacto ambiental (EIA). La prédica gubernamental que la CP no es vinculante, es una falacia, cuando la población se opone no se puede realizar el proyecto, ejemplos abundan. También es falaz la afirmación que hacen las autoridades que por decisión normativa, se disminuirán los plazos de la aprobación de los EIA. La realización de talleres y audiencias, devienen en un cúmulo de observaciones de grupos organizados asesorados por ambientalistas, las cuales hay que responder con rigurosidad para que los funcionarios puedan admitirlas con convencimiento de causa; esto requiere de tiempo y por eso el proceso demora de 18 a 24 meses.

Hasta el momento no he escuchado a candidato alguno, una propuesta estructurada de la manera que se puede vencer la resistencia de la población a la minería, producción de hidrocarburos y la construcción de centrales de generación eléctrica. Lo usual es que respondan que se dialogará con la población y que exista una retribución (canon) comunal. El tema va mucho más allá, la propiedad del suelo y el subsuelo es punto neurálgico, un cambio en este aspecto requiere modificación constitucional, que es necesario plantear y discutir, pero es una tarea de mediano plazo. Sin embargo el corto plazo apremia y la necesidad de propuestas tangibles de implementar es perentoria, por si acaso no es solución el imponer proyectos a sangre y fuego. Tenemos 4 meses de campaña, exijamos soluciones.