Presidenciales 2016: desenlace impensado puede ocurrir

Hacer conjeturas sobre lo que podrá ocurrir en las elecciones presidenciales y legislativas del 2016, a menos de cuatro meses de su realización, es una tarea prematura, sin embargo en los agentes económicos se habían internalizado dos ideas: que Keiko Fujimori estará de todas maneras en competencia en la segunda vuelta y que el contendor, saldría de la terna: Pedro Pablo Kuczynski (PPK), César Acuña y Alan García. Muy lejana comenzaba a emerger la idea de un desconocido que se hace llamar “el outsider”, Julio Guzmán.

La presencia de César Acuña, por el despliegue económico que viene realizando y las cifras que dan las encuestas, tiene posibilidades de estar en segunda vuelta. No es visto como enemigo doctrinario del “establishment”, pero por su estilo nada ortodoxo de llevar sus exitosos negocios ya es visto con recelo. Nadie niega a estas alturas que puede llegar no solo a la segunda vuelta, sino a la misma Presidencia de la República.

Ahora el escenario se viene complicando; Keiko en su afán de captar el voto de los que sufragarán por primera vez, pretende tomar distancia del legado de su mentor, Alberto Fujimori, iniciando una pugna pública entre los tradicionales y la joven guardia, el desenlace de esto puedo ir más allá de lo pensado y generar una caída libre que la aleje hasta de una segunda vuelta.

En cuanto a PPK, su debilidad está en provincias y por no identificarse comandos de acción, en su equipo abundan generales con ínfulas de mariscales. En el caso de Alan García, el gran problema es que el discurso político elaborado que tiene él y su socia Lourdes Flores, no está calando en los jóvenes, que no gustan de grandilocuencias, sino del lenguaje de twitter y whatsapp.

En este escenario complicado para lo tradicional, comienza a emerger la figura de Julio Guzmán, que al no tener biografía política, no tiene mácula, virtud que no poseen sus contendores. De hablar suavecito, con fraseología genérica de supuesto tecnócrata estadista, es un rumor que se viene con mucha fuerza, no solo en los jóvenes.

Haciendo un símil con lo ocurrido en el año 1990, estamos asistiendo a unas conversiones inesperadas: Keiko en Mario Vargas Llosa, Acuña en Luis Alva Castro y Guzmán en Alberto Fujimori.