A pie de página

Ante los plagios textuales y adulteraciones académicas de César Acuña, todavía hay quienes piensan que esto no afectará sus simpatías electorales, salvo lo que pudiera resultar si la Complutense dijera pronto esta boca es mía. O alguna otra barbaridad. Nunca imaginé que, como colectividad, nos tuviéramos tan poco respeto. En tanto pasan las horas, recojo las opiniones de quienes –como yo- abrigamos la esperanza de que haya indignación y castigo.

“No es un escándalo menor que un candidato a la presidencia haya copiado parte de su tesis doctoral. Especialmente, además, cuando se ha empeñado en que su campaña gire alrededor de su imagen como abanderado de la educación (…)” [Editorial El Comercio; 31feb2016]. “La respuesta al plagio de su tesis doctoral demuestra una cosa muy peligrosa, (…) Acuña no distingue el bien del mal. Ni siquiera logra discernir qué es lo que ha hecho mal [RM Palacios; LR, 31ene2016]. “El señor Acuña se salió con su gusto, cierto. Pero lo que nunca podrá demostrar es capacidad intelectual, menos conocimientos de ingeniería. La capacidad y los conocimientos no se pueden comprar” [Masahiro Ywagana; Hildebrandt en sus 13, 29ene2016]. “En vista de que el candidato presidencial de APP, César Acuña, ha señalado que no renunciará a su postulación (…) es necesario que las autoridades electorales tomen cartas en el asunto de una vez” [Iván Slocovich; Correo, 01feb2016]. “Desde mi solitaria libertad, afirmo: después de la ocupación chilena en el siglo antepasado y de Sendero, Acuña es lo peor que nos puede pasar” [Hugo Neira; El Montonero, 01feb2016].