Renovación. ¿La siente de manera natural?

¿O necesita renovar su espíritu de renovación?

Por ejemplo, ¿ha recorrido caminos que creía que le harían sentir una renovación interior, y solo encontró un cambio vano y superficial, por ejemplo, al querer estimular su propia renovación por medio de un "cambio de ambiente"?

Claro que no hay nada de malo en cambiar de ambiente. Pero ¿cómo puede seguir viviendo momentos de renovación, cuando en vez de ser algo permanente, parece ser fugaz y pasajero?

Mi propio espíritu de renovación se vio regenerado cuando aprendí que éste se apoya en una base espiritual más profunda que impulsa el proceso de renacimiento y redescubrimiento de la verdadera renovación.

"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí", escribe David en el libro de los Salmos, demostrando que este anhelo por encontrar renovación se ha sentido a lo largo de la historia de la humanidad.

En mi propia experiencia, al esforzarme por satisfacer normas más elevadas como mejor ciudadano, esposo y profesional, me he sentido revitalizado al seguir buscando una mayor claridad, determinación, misión, propósito y profundidad en mi vida. Esto incluye adoptar la verdadera idea espiritual de la existencia humana como algo que nunca está limitado por lo que parece ser nuestra situación actual. A través de mi práctica espiritual como Científico Cristiano he descubierto que incluso nuestros cuerpos pueden renovarse por medio de una nueva percepción de nosotros mismos. Y me encanta cómo los científicos físicos como el Dr. Irving Oyle están comenzando a descubrir esta idea. Él ha dicho: "La enfermedad no nos sucede por casualidad, como tampoco la salud. Nuestro poder para sanarnos a nosotros mismos es mayor del que nos han hecho creer".

Este tipo de pensamiento revolucionario es como descubrir nuevas maneras de resolver problemas matemáticos al entender que la ley que fundamenta esos números jamás cambia. El entendimiento se enriquece al continuar reconociendo lo que siempre ha sido verdad; y ese es el tipo de renovación que me gusta.

Un ejemplo gráfico de la renovación basada en el descubrimiento de lo que ya es divinamente cierto se encuentra en los escritos de Mary Baker Eddy, una mujer del siglo XIX que sistemáticamente recurrió a las enseñanzas bíblicas para tener salud y guía en su vida. Luego de sufrir una caída en el hielo, muchos de sus amigos creyeron que ella no pasaría de esa misma noche. En cambio, luego de leer una de las curaciones de Jesús en la Biblia, ella pudo levantarse de la cama, vestirse y vivir su vida sin sufrir por esas heridas. Ella vivió otros 45 años muy activos.

Esta no fue una curación milagrosa que se dio inesperadamente. Durante dos décadas, Eddy había estado esforzándose por comprender la relación entre la mente y el cuerpo, llegando a la creciente conclusión de que el agente sanador en todas las terapias era el pensamiento que rodeaba el tratamiento. Pero este caso de renovación corporal por medios puramente espirituales impulsó a Eddy a estudiar la Biblia con más determinación aún, tratando de alcanzar un mayor entendimiento de la identidad espiritual de la humanidad, que promoviera la salud y la curación sin recurrir a métodos materiales.

El método de curación que ella descubrió, resultó ser tan viable que escribió un libro sobre ello, que se transformó en un gran éxito editorial, y enseñó y dio conferencias sobre el tema, mientras sanaba a mucha gente al aplicarlo. También fundó una religión basada en la idea de restablecer este método de curación que había sido practicado por los antiguos cristianos, y creó una sociedad editora y un diario aclamado a nivel nacional que aún se sigue publicando.

"El sentido espiritual es una capacidad consciente y constante de comprender a Dios", dice Eddy.

Ella se dio cuenta de que esa renovación no se encuentra dentro del ambiente del pensamiento y acción materiales, sino en el reino espiritual al relacionarnos conscientemente con lo Divino. Y he descubierto que cuando todas las acciones diarias están definidas y ubicadas dentro de este contexto espiritual de cultivar una relación con Dios, la renovación no es fugaz, sino que se convierte en una experiencia a cada momento, y tiene profundidad y permanencia.

DON INGWERSON escribe sobre salud, bienestar y espiritualidad como profesional de la Ciencia Cristiana. Twitter: @SCalCS   Contacto en Perú: Peru@compub.org