Decía el sabio Javier Pulgar Vidal que los “recursos” se convertían en “riqueza” cuando el hombre era capaz de ubicarlos y, transformados, ponerlos al servicio de la humanidad. Aún no se llamaba así, pero el maestro aludía a la importancia del “capital humano”.
El desarrollo de los pueblos guarda relación con ése capital, en cuya base no puede haber algo mejor que una educación de calidad, capaz de formar seres éticos, productivos y solidarios. El reto fundamental del desarrollo de Tacna está en la formación de su capital humano. Desde los nidos hasta las universidades.
Agreguemos que hay algo más: existe un capital humano numeroso y ya formado, compuesto por los cientos si no miles de tacneños que están lejos y han alcanzado logros muy importantes, incluso fuera del país. Son aquellos que, al solo llamado de las universidades o las entidades de desarrollo, volverían para ofrecer su aporte. Pero –atención- no es gente que quiere o necesita un puesto de trabajo. Estamos hablando de personas que tienen ocupaciones aseguradas, de quienes se puede y se debiera obtener breves “pasantías” con el fin de compartir su experiencia y conocimientos al servicio de su tierra. Así ayudaríamos más y mejor al capital humano que se está formando.
Ahí queda la idea. Desde aquí un abrazo a todos ellos, esos “tacneños del mundo” que nos pueden ayudar. ¡Feliz 28 para todos!