Lunes 06 de mayo 2024 | Contáctenos
Hipermercados Tottus fue reconocido con el Premio ABE a la Responsabilidad Social 2016 en la categoría Mejor Programa para Personas con Capacidades Especiales. La organización destacó por su programa ‘¡OYE!, sí se puede’, dirigido a personas con discapacidad auditiva y que tiene como objetivo brindarles la posibilidad de desempeñarse laboralmente en el área de Caja.
“¡OYE!, sí se puede’ es un programa que rompe un paradigma en el mundo empresarial al demostrar que las personas con discapacidad auditiva sí pueden trabajar en puestos de atención al cliente. Los buenos resultados son innumerables, por ello, Tottus lo implementa a nivel nacional”, indicó Joan Eyzaguirre, gerente de gestión humana de Hipermercados Tottus.
Esta es la tercera edición del certamen que organiza la Asociación de Buenos Empleadores, de la Cámara de Comercio Americana del Perú (AMCHAM), con el objetivo de reconocer en forma pública los logros de las empresas y sus aportes al país, y como estas vienen contribuyendo con la formalización laboral y el respeto a los trabajadores.
Sobre ‘¡OYE!, sí se puede’
El programa es impulsado por la empresa desde el año 2015 con el objetivo de reconocer el talento y brindar oportunidad de crecimiento profesional a personas con discapacidad auditiva.
Para la debida comunicación entre el trabajador y el cliente, Tottus ha implementado innovadoras herramientas como el rotafolio, un cuadernillo que describe el proceso de pago en una caja, desde el saludo hasta el fin de la compra. Los trabajadores también cuentan con pines y polos que identifican al personal y anuncian a los clientes que tienen la habilidad para leer sus labios
Adicionalmente, los cajeros con discapacidad auditiva asisten a reuniones periódicas con las asistentes sociales, a fin de facilitar su adaptación y buen desempeño. Además, la empresa cuenta con un intérprete de lenguaje de señas a tiempo completo.
Para complementar esta iniciativa, Hipermercados Tottus organizó talleres de sensibilización con sus demás colaboradores y talleres de lenguaje de señas para adecuar los canales de comunicación dentro de la empresa y así poder brindar soporte a sus compañeros con habilidades diferentes.
“Todo el proceso ha significado para nosotros un desafío y sobre todo un aprendizaje, ya que en el camino hemos ido ajustando tareas y subprocesos. Estamos seguros que otras empresas verán nuestro proyecto como inspirador”, finalizó Joan Eyzaguirre.
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