La historia cuasi común de los países que estuvimos bajo el dominio del imperio español del siglo XVI comenzó a diferenciarse en los inicios del XIX. Por ello Ecuador, Chile y Colombia –con las singularidades correspondientes- han conmemorado el Bicentenario de sus respectivas independencias. El 2021 le corresponde al Perú.
Entre los muchos antecedentes para nuestra celebración sin duda estará lo ocurrido hace un siglo, para el Centenario en 1921, bajo el gobierno de Augusto B. Leguía. Hay amplia información de aquellos fastos no sólo en documentos sino en la monumentalidad limeña como vívida expresión. La ocasión es propicia para realizar un recuento de aquello, también como una oportunidad para elevar la cultura ciudadana de los habitantes de la capital. Fueron tiempos en los que el Perú era Lima.
Otras referencias de valor se tienen en las recientes celebraciones de nuestros vecinos. Muchas son un hermoso desafío a la imaginación, buen gusto y perspectiva de quienes asuman la organización entre nosotros. Ojalá se diseñe y desarrolle con una mirada integradora de todo el país, ya que fueron diversos los procesos en que pueblos y hombres se sumaron a la causa de la independencia. Esperemos además que la ocasión sirva para unir las investigaciones del pasado con los retos del futuro porque la historia, hoy, no es sólo recuerdo sino construcción.