¿Es la pizza la clave para la productividad en el lugar de trabajo?

Oh pizza. Tú, fulana perturbadora. Tú, coqueta a la hora de la comida. Tú, descarada (barata, crujiente) comida fatal. No hay nada que no haría para devorarte, pedazo a pedazo.

 Los investigadores han descubierto que la promesa de una pizza puede hacer que la gente sea más productiva en el trabajo - incluso más que los incentivos en efectivo. En un experimento resaltado en su próximo libro, “Payoff: The Hidden Logic That Shapes Our Motivations”, y destacado en la revista “New York”, Dan Ariely, profesor de psicología y de conducta económica de la Universidad de Duke, ofreció a los trabajadores de una fábrica israelí de semiconductores, uno de estos tres incentivos para completar una cierta cantidad de trabajo en un día determinado: una recompensa en efectivo, un vale para una pizza gratis o una gran palmada del jefe, en la espalda. (Algunos trabajadores sirvieron como grupo de control y no recibieron ninguna promesa de recompensa - pobres desafortunados). 

¿Entonces qué pasó? Aquellos a quienes se les ofreció la pizza superaron a los que se les ofreció dinero en efectivo. De hecho, en el primer día del estudio, los trabajadores motivados por la pizza superaron a todos los demás grupos, aumentando la productividad en un 6,7 por ciento con respecto a los trabajadores desafortunados del grupo de control. A los que les ofrecieron un cumplido del jefe (a través de un mensaje de texto) estuvieron justo detrás, con una productividad de 6.6 por ciento, más alta que el grupo de control; a los que les ofrecieron un bono en efectivo (unos $30), el aumento de la productividad fue sólo del 4,9 por ciento con respecto al grupo de control. 

Sin embargo, en los días posteriores al estudio, la productividad de los trabajadores motivados por un bono en efectivo bajó - y en realidad fueron 13,2 por ciento menos productivos que el grupo de control en el segundo día, al final subió un poco y se mantuvo alrededor de un 6,5 por ciento más bajo que el control. 

Mientras tanto, los trabajadores motivados por la pizza y los cumplidos, se mantuvieron justo por encima del grupo de control, en términos de productividad - con los trabajadores motivados por los elogios siendo los mejores en general. Aun así, Ariely de la revista “New York” cree que, si a los trabajadores se les hubiera prometido una pizza entregada en su hogar para mejorar su productividad, el grupo de la pizza habría superado al grupo de los cumplidos. 

“De esa manera...no sólo les darían un regalo, sino que también sus familias los verían como héroes” escribió el autor, según “New York”. 

¿Pizza y admiración? Sin duda una combinación ganadora. 

* Por Amy Reiter en “News”