[Grover Pango] El carnaval de las graduaciones

El uso de las togas se remonta a las universidades medievales. Para las ceremonias de doctorados o posesión de rectorados se utilizó dicha vestimenta para acercarse simbólicamente a los dignatarios jurídicos. Y luego se extendió significando un logro académico obtenido. Pero en su origen estuvo presente también la necesidad de abrigarse del frío europeo.

Ahora resulta –vaya conquista de la huachafería criolla- que se va imponiendo la moda de utilizar togas para los que terminan secundaria. Este disparate se ha puesto en marcha promovido por quienes, cándidamente, supondrán que con ese atuendo los chicos se sentirán más realizados. También por otros que, nada cándidos, han encontrado una forma fácil de hacer negocio.

Esta reciente y absurda práctica se produce en algunos colegios privados e imagino que estará absolutamente prohibido en los colegios públicos. Se usa el argumento de que los padres de familia tienen derecho a promover iniciativas enaltecedoras para sus hijos. Por eso será que la primaria ya suele terminar con “fiestas de promoción”. Que ya las hay también para los chiquitines que terminan inicial.

Es verdad que cada quien tiene derecho a criar a sus hijos como le venga en gana. Pero –ya que el Ministerio de Educación no debe incurrir en intervencionismos- alguien debiera promover que estos asuntos no se decidan de modo tan ridículo.