¿A qué juega PPK?

Mg. Jorge Luis Martínez, autor de estas líneas

“No es preciso que un príncipe posea todas las virtudes citadas, pero es indispensable que aparente poseerlas.” Nicolás Maquiavelo

La relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo es una de tensión y equilibrio dinámicos, fundada en el modelo de frenos y contrapesos, he ahí la institucionalidad. El Congreso de la Republica, haciendo uso de su legítimo derecho, va a interpelar al Ministro de Transporte, Martin Vizcarra, por la firma del contrato para la construcción del Aeropuerto de Chinchero. No cabe duda que hubo muchos errores, fuente de suspicacias: la fotografía en un medio local de un directivo de esa empresa en una reunión política de Peruanos Por el Kambio en pleno proceso electoral de 2016 y el hecho de que la hermana del Premier Fernando Zavala trabajó en la empresa Kuntur Wasi, un hecho criticado por el propio Contralor General de la República, constituyen la prueba fehaciente. Los hechos son flagrantes. Sin embargo, lo que sorprende es la reacción del Presidente PPK. Este ha dicho lo siguiente: “Haré cuestión de confianza, eso sí no lo dudo. Aquí una cosa es hacer preguntas sobre un proyecto, Chinchero, que es un buen proyecto, y otra cosa es hacer acusaciones completamente falsas". Y ante la pregunta de si esta decisión es definitiva, el primer mandatario respondió que "así es, sin duda". Ante esto, podemos decir que nadie está en contra de los grandes proyectos, sino de la forma como se están llevando a cabo, sin tomar en cuenta el bolsillo de los peruanos. El Presidente de la República tiene que entender pues lo que es el control político.

El jefe de Estado se encuentra con una baja desaprobación en las encuestas (el dato que se publicó el viernes pasado en un medio local así lo muestra, PPK llegó a 57 por ciento, de acuerdo a Pulso Perú). PPK lo sabe muy bien. Y sabe muy bien que nos encontramos en medio de una crisis por el tema de los destapes de Odebrecht. Ello, sumado al hecho de que una empresa importante y muy representativa de nuestro país se encuentra inmersa en este escándalo, la imagen del Perú ante el mundo ha sido mellada. Lo peor que podría hacer PPK es clausurar el Congreso usando herramientas constitucionales. Un ministro es un fusible y nada más. El Presidente de la República no debe tomar esto como algo personal. Reemplaza al ministro destituido y punto. Hasta su vocero político en el Congreso de la República ha sostenido que PPK debe evaluar la permanencia del ministro Vizcarra en el gabinete (nos referimos a las recientes declaraciones de Juan Sheput). Lo mismo sucedió con el censurado ex ministro Saavedra, y no pasó nada. Todo continuó por su curso normal. La Democracia no se vino abajo.

Es hora de que el Presidente de la República ponga los paños fríos. Sabe muy bien que en nuestro país existen tres Poderes a más alto nivel, con prerrogativas muy bien definidas. Por ello, no entendemos su declaración a una radio local: “El escándalo Odebrecht y los otros que se vienen. Yo creo que sí (hay varios más). No tengo información privilegiada, eso es información de la Fiscalía. Pero eso va a traer mucha cola”. ¿A qué viene con esta declaración? ¿Qué trata de decirnos el Presidente? ¿Por qué no mantiene la calma si sabemos que estamos en una situación institucional muy lamentable con todos estos hechos de corrupción que recién empiezan a revelarse? El Presidente de la República con sus declaraciones complica aún más la situación. Peor aún ahora que la Procuraduría ha solicitado investigar a PPK por indicios de “operaciones sospechosas”. Un asunto puede llegar a mayores sino se maneja adecuadamente. Esperemos que el Ejecutivo de muestras de sangre fría. Hay que poner paños fríos a estos embates, y entender que el Congreso de la República juega su rol en la vida política. La guerra verbal no viene al caso en estos momentos tan delicados de creciente tensión institucional. La Democracia está por encima de todo.