El gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, que a 6 meses de iniciada la gestión ha descendido drásticamente en su nivel de aprobación a cifras que van entre 29% y 35%, según la encuestadora que estemos refiriendo; se ha convertido en una administración precaria. En estas condiciones tratar de promover inversiones privadas en empresas estatales emblemáticas como la de agua potable y alcantarillado de Lima, Sedapal y la petrolera Petroperú SA; es inviable. Para este tipo de decisiones se requiere respaldo ciudadano y de la clase política del Congreso; los cuales no los tiene; es más, le son adversos.
Hoy Sedapal requiere no menos de 600 millones de dólares (MMUS$) para sus planes de inversión hasta el 2021; mientras que Petroperú necesita unos 4,200 MMUS$. La estructuración de deuda necesaria, el gobierno la planea con emisiones de bonos por 3,500 MMUS$ y unos 1300 MMUS$ con la agencia española de garantía de exportaciones, Cesce.
Para honrar el pago de esta enorme deuda, difícilmente podrá hacerlo vía tarifas en el caso de Sedapal y el gobierno tendrá que dar ayuda con fondos de la caja fiscal. En el caso de Petroperú, serán los consumidores los que pagarán en el precio de los combustibles, cosa que está internalizada ya hoy en día, donde los peruanos pagamos 15% más que un producto importado similar. La competencia se limita a los importadores por falta de capacidad de almacenamiento a nivel nacional.
(*) Publicado en Latin America Advisor (Washington)