Justicia en Stand-By

Mg. Jorge Luis Martínez, autor de estas líneas

“Y volvemos a decirlo: el pantano de la Magistratura no admite drenaje. Desde el excelentísimo de la Suprema hasta el usía de Primera Instancia, todos los Magistrados llevan en su frente la misma inscripción: Nadie me toque”. Horas de Lucha, Manuel Gonzales Prada.

A principios de este año la Fiscalía de la Nación y la multinacional brasilera Odebrecht llegaron a un acuerdo. En función del mismo, Odebrecht proporcionaría información sobre los funcionarios implicados en los sobornos y en toda la trama de corrupción. Como es de conocimiento público también, se supo que la empresa carioca versaría un adelanto de treinta millones de soles al Estado peruano por todo el perjuicio que sus malas prácticas empresariales habían causado. Tres meses después, en entrevista concedida al diario español El País, el Fiscal de la Nación Pablo Sánchez dijo respondiendo a la pregunta de si Odebrecht estaba colaborando con la investigación en curso: “La empresa sabe que está en falta, y al comienzo estuvo colaborando con la investigación, pero ahora estamos en un periodo de stand-by. Cuando se inició la investigación, la empresa abrió sus puertas y dijo que aceptaba los cargos, que iba a dar la información, pero quería un trato distinto sobre la continuidad de su trabajo, esperaban que no les cerraran las empresas.” No hay necesidad de hacer mayor esfuerzo para darse cuenta que la empresa brasilera ha incumplido en muy buena forma el trato con el Estado peruano.

Apenas retome sus labores parlamentarias el primer lunes de este cuarto mes del año, El Congreso de la Republica debería de convocar al Fiscal de la Nación a fin de que exponga la estrategia por parte del Estado a fin de abordar la maraña de corrupción montada por esta empresa. No es posible que una empresa privada, por más que se le hayan embargado las cuentas bancarias e inmuebles, se dé el lujo de desafiar la soberanía de un Estado (en este caso el Perú) al no cumplir con lo contemplado en un acuerdo. Al decir esto, es importante recordar que al principio esta empresa negó en todos los idiomas haber cometido delitos en nuestro país, y que fue necesaria la sanción que recayó sobre ella en los Estados Unidos y el inicio de las investigaciones para que aceptase los cargos. Asimismo, resulta necesario subrayar que hasta la fecha, aparte del hecho de que tan solo el señor Alejandro Toledo es el único pez gordo que ha sido señalado por el dedo de la justicia peruana, los demás capturados en el marco de las investigaciones en curso son tan solo peces chicos; entre ellos, una ex voleibolista, pareja de uno de los detenidos.

Resulta ultrajante para la moral del país la pasividad con la que actúa la Fiscalía de la Nación. A las cosas hay que llamarlas por su nombre. No es posible que en estos meses de desastres naturales y tanta desgracia para decenas de miles de nuestros compatriotas, este tinglado de corruptos haya aprovechado del momento para darse un aire y ganar en buena cuenta tiempo. Es una lástima para la institucionalidad de nuestro país. Para la justicia de nuestra patria. Esperemos que otra vez más la justicia internacional nos ayudé, pues justicia tiene que haber.