Víctor Raúl Haya De la Torre
(Trujillo, 22 de febrero de 1895 - Lima, 2 de agosto de 1979)
Amplia y soledosa, “Villa Mercedes” seguirá siendo un arsenal de compromisos y un universo de melancolías. El tiempo podrá seguir transcurriendo, pero el espíritu demandante e impenitente de Víctor Raúl permanece allí, por encima de las cosas que frente a la inmensidad de su impronta asoman empequeñecidas.
Hace poco alguna mala gente robó de ella varios enseres. Para ayudar a recuperarla y ponerla en valor hemos ido algunas noches atrás para pasar allí unas horas y a escuchar valiosos testimonios. Acudimos al llamado de Wilbert Bendezú para apoyar su esfuerzo y el de sus colaboradores. Queremos ver de nuevo organizada y acogedora la “Casa Museo Haya de la Torre”, verla abierta para todos los seres libres de mente y corazón, para recoger de su energía lo que en verdad importa y existe: el ‘elan vital’ de un hombre que amó la justicia y la libertad, aquel patricio que se llenó de luz con la lectura, el diálogo y la meditación.
Es útil recordar cómo en Francia se preocupan tanto por ofrecer solaz y cultura en las residencias de sus personalidades más meritorias. Hay alrededor de 250 casas-museos. He tenido la dicha de visitar sólo una en París, la de Honoré de Balzac, el autor de la “Comedia Humana” y ver a la gente recorrerla, escuchar conferencias, leer, conversar con respeto y tomar café. Eso y más, seguramente, podremos tener pronto en la casa de Víctor Raúl.