[Corrupción en el Perú] Llamada de atención del FMI

Mg Jorge Luis Martínez, autor de estas líneas

“El Precio de desentenderse de la Política es el ser gobernado por los peores hombres” Platón 

“Los directores además subrayaron la necesidad de implementar de forma más enérgica las medidas de lucha contra la corrupción y contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo”: he ahí parte de las de las conclusiones del Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional concerniente a la consulta, correspondiente a 2017, del Artículo IV con Perú. Un verdadero jalón de oreja de parte de este organismo internacional, toda una vergüenza. Consecuencia lógica del hecho de que en el Perú no se afronta como debe al flagelo de la corrupción: ya que, por una parte, no se sanciona como se debe a los culpables de actos de corrupción y, por la otra, se haya permitido que la impunidad se convierta en la regla.

Ante esta situación, no hay lugar para las lamentaciones. Es hora de ejecutar los correctivos. Al toro por las astas. En primer lugar, la reforma del Poder Judicial es un imperativo. Para esto, hay que elevar el nivel de las exigencias a la hora de seleccionar a los jueces y permitir que el pueblo elija a los fiscales, dando así existencia a esta categoría de funcionarios por distrito, yendo hacia un Sistema de Jurados, de una vez por todas. No hay tiempo que perder, nuestro sistema judicial está completamente desacreditado. El “Escándalo Odebrecht” nos ha mostrado en qué situación se encuentra. Ni un ex ministro detenido. Un ex presidente prófugo, mientras que otro, hasta el día de hoy, goza de libertad a pesar de las evidencias que pesan en su contra. Tan solo cinco ex funcionarios y una voleibolista purgando prisión. Todo esto suena realmente a broma.

Es el momento, reiteramos, de poner en marcha en los correctivos. El país, por lo demás, los espera. Como prueba: lo que indican las encuestas de opinión pública. En todas, la corrupción destaca, al lado de la inseguridad, como uno de los dos problemas de mayor envergadura en nuestro país. Otro no puede ser la opinión del peruano de a pie al ser testigos de la manera en la que se gastan miles de millones de dólares en verdaderos “elefantes blancos” mientras que faltan, por ejemplo, medicinas en muchos de los hospitales. Mientras son testigos de lo que viene de señalar el economista Juan Mendoza: “La modernización de la refinería de Talara es un crimen económico. El proyecto costará cuanto menos US$5,400 millones, pero reportará ingresos inferiores a US$1,800 millones. Por lo tanto, Talara es equivalente a hacer una fogata en la que arderán más de US$3,600 millones del dinero del ciudadano”. ¡Basta!, es hora de cambiar.