César Gutiérrez, autor de estas líneas
La preocupación mostrada por la Ministra Marisol Pérez Tello, para despedir a las Procuradoras Julia Príncipe y Katherine Ampuero, con visos de patriotismo, escarapela incluida en la solapa del traje sastre, era por la traba a la venta del Proyecto Olmos, generada desde la Procuraduría. Habló a nombre de la no paralización de la cadena de pagos, honrar indemnizaciones a los trabajadores de la alicaída Odebrecht y que el Estado pudiese cobrar la reparación civil. Luego de un año de gobierno, el Ministerio de Justicia en coordinación con la Procuraduría, que es su subordinada, no han podido plantear siquiera los lineamientos para establecer una cuantía, para solicitarla al juez.
La pregunta es ¿qué tan significativo es el ingreso por la venta del Proyecto Olmos, por parte de Odebrecht a las empresas relacionadas con los Grupos Brookfield y Suez?
Empecemos precisando que se tratan de dos proyectos donde Odebrecht, tiene con sendas empresas de su grupo, concesiones que van de 20 a 25 años. En el primer caso, se trata de la Concesión de Trasvase Olmos (CTO), que consiste en un trasvase de las aguas del río Huancabamba, de la vertiente Oriental a la Occidental. En el segundo, se refiere al sistema de irrigación (IO) en la región Lambayeque, para 38,000 Ha en el Valle de Olmos.
En el CTO, la inversión total fue de 247 millones de dólares (MMUS$), donde hay deuda por 100 MMUS$ en bonos, 50 MMUS$ a la CAF, 77 MMUS$ de aporte estatal a costo irrecuperable y solo 20 MMUS$ de aporte del Concesionario. Los compradores se harán cargo de la deuda y el aporte dinerario a Odebrecht será del orden de 20 MMUS$. En la IO, la inversión fue de 258 MMUS$, donde hay 128 MMUS$ en bonos, 117 MMUS$ de ingresos percibidos por adelanto de venta de tierras y solo 13 MMUS$ de aporte del concesionario. En el extremo se esperaría un pago del orden de 130 MMUS$. Resumiendo el ingreso de ambas concesiones estamos hablando de 150 MMUS$.
Hay que recordar que este gobierno despreció un ingreso de no menos de 4,000 MMUS$ por la venta del Gasoducto Sur Peruano, con lo que la credibilidad que se le va la vida por 150 MMUS$, de donde hay que descontar proveedores y personal, es nula. Por esta vía no van las razones del cacareado despido.