PPK: Insensibles declaraciones

Mg Jorge Luis Martínez, autor de estas líneas

“Eso lo dirá el precio del petróleo y todo eso yo creo que al final pagará sus deudas, no será una carga para el Estado y será moderadamente rentable “. He ahí las declaraciones vertidas por el Presidente de la Republica el viernes último en el marco de una entrevista radial. Resultó penoso en verdad escuchar a un jefe de Estado con amplia experiencia en gestión pública y amplios conocimientos en finanzas y economía expresarse en de esa manera sobre el elefante blanco que es la Refinería de Talara, cuyo costo para el fisco peruano es superior a los cinco mil millones de dólares. Patético escucharlo decir “creo”, una palabra que no debe ser proferida nunca por un jefe de Estado, por la persona que es el responsable de la conducción política de un país. Cuesta entender para qué Pedro Pablo Kuczynski ha asumido las riendas del Ejecutivo. ¿Para continuar con este latrocinio que es la Refinería de Talara? Espero que no. Pues uno asume las responsabilidades para gobernar para cambiar las cosas y mejorarlas.

Destacados economistas como Juan Mendoza y Ricardo Lago han publicado sendos artículos cuyos contenidos giran en torno a la Refinería de Talara. Pedro Pablo Kuczynski debería leerlos. No obstante, parecería que nuestro Presidente ni siquiera lee los periódicos o, si en caso se toma la molestia de leerlos, no les hace caso. Resulta en verdad extraño. Ya que cómo hacer oídos sordos a lo que señala Mendoza: “Talara no aumentará el PBI sino que lo reducirá. La razón es que por gastar US$ 5,400 millones en el elefante blanco, que reduce el PBI, dejaremos de invertir en caminos, saneamiento, irrigaciones, hospitales y escuelas que sí aumentarían el PBI. Con tan solo un tercio del dispendio en Talara, Piura tendría 100% de agua y desagüe, 50% más de frontera agrícola, el doble de camas de hospital, 10 mil nuevas aulas equipadas y un tren desde Paita a Chiclayo”. He ahí la realidad, graficada por Juan Mendoza en una forma clara y contundente.  

Señor Pedro Pablo Kuczynski, la inversión privada está en rojo desde hace catorce meses. Una caída que se debe a la baja inversión minera y a la paralización de la obras de infraestructura, al igual que a las consecuencias perniciosas de la corrupción de la conocida empresa brasilera. Señor Presidente, tome nota de lo que señala la Cámara de Comercio de Lima cuando dice que para fin de año la presión tributaria se reducirá al nivel del 12.5% del PBI, la tasa más baja en los últimos trece años. Con estos guarismos ¿por qué insistir en tirar el dinero de los peruanos en la Refinería de Talara? Una postura que cuesta entender en medio de una coyuntura signada por la continuación y radicalización de la huelga de médicos y profesores. Esto, más allá del hecho de que haya grupos radicales en los sindicatos de la educación, pues nadie puede negar que los profesores han sufrido a causa de la marginación durante los últimos gobiernos.  

Así las cosas, al margen de esta escandalosa dilapidación del dinero público, esperemos que el Ejecutivo tome las medidas del caso a fin de que la inversión pública revierta su curso. El proceso de reconstrucción del norte del país debe iniciarse de una vez por todas, e iniciar con ese proceso un Programa Temporal de Empleos. Señores del Ejecutivo: a ponerse a trabajar dando muestras de sensibilidad social.