César Gutiérrez, autor de estas líneas
La Ministra Cayetana Aljovín tiene menos de un mes a cargo de la cartera de Energía y Minas, es entendible que es poco tiempo para grandes decisiones, pero lamentablemente ha heredado un conjunto de problemas que requieren urgente solución. Uno de ellos es, las pretensiones de los operadores de distribución de gas natural (GN), detrás de todos los cuales está la participación de la municipal colombiana, Empresa de Energía de Bogotá (EEB).
En pocos días se dará el inicio de operaciones de las distribuidoras: Gases del Pacífico SA, que tendrá a cargo las regiones de Cajamarca, Lambayeque, La libertad y Ancash; así como la de Gas Natural Fenosa Perú SA, que se encargarán de las regiones de Arequipa, Moquegua y Tacna. Ambas empresas pretenden que los comercializadores de GN que ya atienden clientes en las regiones mencionadas con gas natural comprimido (GNC) o las que aspiren hacerlo con gas natural licuado (LNG); tengan que pagar la tarifa de distribución, a pesar que no usarán sus ductos de distribución. Esta condición no existía cuando ganaron el derecho de concesionario en el año 2013, mal se haría en favorecerlos ahora cambiando las condiciones de competencia iniciales; una especie de Chinchero del GN.
Por otro lado tenemos la disputa por la concesión en la región Piura, donde Gases del Norte SA, con participación indirecta de EEB, es un aspirante, pero que colisiona ante un proceso judicial ganado en primera instancia, por la empresa Gastalsa, a la que se le ha restituido un derecho que le fue quitado en el año 2009. Más allá del desenlace en la judicatura, que fácilmente llegará hasta la Corte Suprema; se necesita cambiar el modelo de otorgamiento de concesiones, tomando en cuenta dos aspectos: la concentración empresarial y el limitado alcance a los potenciales a usuarios, no excede el 13% del universo, que devalúan la palabra masificación del GN, que de tal solo tiene el nombre.
Finalmente, el Ministerio de Energía y Minas debe manifestar su público respaldo al Osinergmin en el contencioso administrativo planteado por Contugas, para poder cobrar sumas exorbitantes a sus clientes. Es imprescindible que se sepa que el Estado es firme ante empresas que se creen que pueden sobrepasarlo.