El uso de los pagos electrónicos proporciona innumerables beneficios a los peruanos. Los consumidores obtienen mayores opciones para sus transacciones financieras y los comercios aumentan sus ganancias al formar parte de una red de talla mundial.
“La posibilidad de que todos los peruanos puedan acceder a medios de pagos electrónicos es fundamental para reducir las brechas de desigualdad, y promover el crecimiento económico y desarrollo del país” dijo, Pamela Carbajal, directora de desarrollo de la Aceptación en Mastercard Perú.
Mastercard realizó diferentes investigaciones para medir los beneficios que aportan los pagos electrónicos a comerciantes y usuarios. Entre ellos se puede destacar:
Ser parte de la red de comercios que aceptan pagos electrónicos incrementa los ingresos. Cuando los clientes no están limitados por el efectivo de sus billeteras, es más fácil para ellos hacer compras en el momento.
Los comerciantes que aceptan pagos con POS u otros medios digitales también se benefician al bajar los costos de operación del efectivo, por la reducción en tiempos de conteo, conciliación y transporte.
Los negocios serán más seguros para los colaboradores y clientes dado que, al manejar menos efectivo, hay una menor exposición al robo o mal manejo. Los pagos electrónicos también evitan los delitos financiados con efectivo ya que las transacciones quedan registradas e identificadas.
Los consumidores pueden gozar de una mejor experiencia de compra por la agilidad de la transacción y porque los negocios se evitan “el lío de dar vueltos”, así como la limitación del manejo de diferentes monedas. Además, el desarrollo de la aceptación en los canales digitales, comercio electrónico y aplicaciones móviles, le ha sumado conveniencia a la experiencia de compra: los consumidores pueden comprar lo que quieran, cuando y donde quieran, sin tener que moverse de su casa si así lo prefieren.
Los comercios asociados tendrán menores pérdidas por incumplimiento en el pago de los compradores, dado que, en el caso de tarjetas de crédito, el riesgo de pago lo asumen las entidades financieras.